En 1869, Federico Santa María asistió a un remate junto con su socio, Jorge Ross. Tenía 24 años. ¿El objeto del remate? Un predio de 894 hectáreas ubicado hacia el norte del faro Punta Ángeles. Se trataba de un hermoso bosque de peumos, eucaliptus y matorrales; bordeado por inmensos acantilados; poblado por lagartos y conejos; sobrevolado por peucos. Los jóvenes se lo adjudicaron.
En los años siguientes, el empresario agregaría otros paños aledaños, sumando 1.400 hectáreas desde la Quebrada "Los Lúcumos" hasta la playa de Laguna Verde.
Después, F.S.M. se instalaría en París. Su olfato empresarial lo convertiría en uno de los empresarios azucareros más importantes del mundo. Pero, tras la irrupción de la primera guerra mundial, este gran porteño se retiró de los negocios.
En 1915, cinco años antes de redactar el testamento que daría vida a la UTFSM, Federico Santa María redactó otro testamento. En él, acordó donar la totalidad de sus 1.400 hectáreas, bajo el nombre Fundo Quebrada Verde, a la "Junta de Beneficencia de la Ciudad de Valparaíso". ¿El propósito? Crear un gran parque para la Joya del Pacífico. Según el testamento: "Que este parque se convierta en un verdadero bosque, a semejanza de las grandes ciudades de Europa."
Durante décadas, más de la mitad del predio se perdió por urbanizaciones formales e informales. ¿Lo que quedaba? Era un cacho. Su administración fue traspasada, una y otra vez, desde distintos estamentos municipales y estatales, recayendo, finalmente, en Fonasa.
A estas alturas, casi nadie sabía el origen del fundo. Muchos menos recordaban el deseo del benefactor.
Pero hace dos años llegó una noticia que pasó completamente desapercibida. Fonasa daría cumplimiento, por fin, al deseo de Federico Santa María. 93 años después de su testamento, se crearía en el Fundo Quebrada Verde, un gran parque para Valparaíso.
Hace unos días, mis hijos y yo fuimos a explorarlo. Es maravilloso. Sé que en Chile no se acostumbra a pensar en el largo plazo. Así, muchos llegarán al nuevo parque y lo "pelarán". Criticarán que quedan muchas zonas baldías. Dirán que el proyecto para crear tres lagunas no ha sido bien logrado.
¿Pero cuántos años se demoraron en madurar el Central Park de Manhattan, el Royal Botanical Garden de Sydney o el Boston Common? Aproximadamente medio siglo cada uno. Así, hay que visitar nuestro nuevo parque con otra actitud. Hay que gozar su exuberante naturaleza, por cierto. Pero más importante, hay que soñar el regalo que podemos sembrar allí para futuras generaciones.
En primer lugar, los porteños debemos asumir la propiedad del predio. Hasta ahora no lo hemos hecho. Hay que aprender su historia. Hay que descubrir su flora y fauna. Es más, los colegios municipales deben participar. Que hagan visitas guiadas, que adopten espacios, que siembren jardines, que ayuden a hacer senderos. Que nuestros empresarios donen plantas y árboles maduros.
No todos los días se recibe un regalo como este.
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5 comentarios:
recibido por mercuriovalpo.cl
rmuga0608@hotmail.com
Estimado Todd. Ud sigue descubriendo material que ningun porteno conoce. Lo felicito.
Me parece increible que a estas alturas Ud todavia no este ocupando algun cargo de responsabilidad en Valparaiso, ya que ha probado ser muy competente.
Saludos
Roberto Fernandez de Muga.
USA.
Firma: roberto.-
Estimado Roberto,
Gracias por el halago. La verdad es que prefiero aportar desde el sector privado sin fines de lucro. Estoy convencido que convertirme en político me haría muy mal.
saludos,
Todd
Recibido por mercuriovalpo.cl
pcgo1974@hotmail.com
Estimado Todd,
Excelente tu columna.....una pregunta: Porqué siempre en Chile tiene que pasar tanto tiempo para que "alguien haga algo"? Al igual que las bellezas naturales y las personas ilustres, estas son valoradas mucho tiempo después. En el caso de las bellezas naturales después de que la mano del hombre ya las ha maltratado y en el caso de las personas ilustres después de que han fallecido....para pensar.
Un abrazo y muchos saludos.
Pablo González Ouvrard
Firma: Pablo González Ouvrard.-
Amigo,
Gracias por el mail. No es facil contestar tu pregunta. En el caso de Valparaíso, se que muchos proyectos se entierran debajo de toneladas de burocracia, se conviertien en cachos que ningún funcionario quiere tocar. Es la típica carpeta de la dirección de obras que es pasada de escritorio a escritorio a escritorio. Es muy dificil de romper la enercia.
Muy triste.
un abrazo,
TT
recibido por mercuriovalpo.cl
juan_holmstrom@hotmail.com
Interesante y ojalá no sigan construyendo cárceles en su cercanía.
También y a propósito de belleza, podrían sacar o eliminar la fea supuesta escultura o arte que está en la entrada de Valparaíso desde la ruta 68, la que toda la gente la ha nombrado como el "confor", porque en realidad parece un papel higiénico. Nuestra ciudad no se merece una feladad tan grande en su entrada y bienvenida a los visitantes.
Porque mejor no colocan un barco o simplemente palmeras.
Firma: Juan Holmstrom.-
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