tag:blogger.com,1999:blog-26315357902415947412024-03-05T06:47:24.368-03:00Cementerio de DisidentesColumnas publicadas por Todd Temkin, Poeta y Presidente de la Fundación Valparaíso, en el diario El Mercurio de ValparaísoEl Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.comBlogger107125tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-60805444947074054802011-08-07T20:19:00.001-04:002011-08-07T20:19:15.428-04:00Aguas tipo origen, tipo ceniza“Píntame una manzana que parezca una manzana antes de pintarme una que no la parece”. Se trata de uno de las máximas favoritas de mi primer profesor de poesía, Michael Dennis Browne. Quiere decir que el derecho de experimentar se gana, no se regala. <br />
<br />
Las grandes obras se caracterizan por su naturalidad. Da la sensación que nacieron caminando, enteros, con facciones bien definidas. Es mentira. Nacieron de sudor y lágrimas. <br />
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Veamos el caso de uno de los poemas más queridos de la literatura mundial, compuesto por nuestro vecino del cerro Bellavista: <br />
<br />
Sucede que me canso de ser hombre.<br />
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines<br />
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro<br />
navegando en un agua de origen y ceniza. <br />
<br />
La imagen del “cisne de fieltro navegando en un agua de origen y ceniza” nos sobresalta. Que exótico. Que surreal. Uno de los versos más bellos de la historia. Pero no nace de la nada. Tal maravillosa abstracción se sostiene sobre una exquisita narración de detalles, los cuales nos siguen deslumbrando en la siguiente estrofa:<br />
<br />
El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.<br />
Solo quiero un descanso de piedras o de lana,<br />
solo quiero no ver establecimientos ni jardines, <br />
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores. <br />
<br />
Neruda nos está pintando una manzana. Imposible leer este poema sin transportarse a la calle Serrano en 1947, o su símil de París, Nueva York, o Helsinki. Y es precisamente esta manzana que le permite entregarnos el golpe “nocaut” en el siguiente estrofa: <br />
<br />
Sucede que me canso de mi pies y mis uñas<br />
y mi pelo y mi sombra. <br />
Sucede que me canso de ser hombre. <br />
<br />
Volví a “Walking Around” el jueves a las 21:48. Bombardeado por imágenes de un Santiago amotinado, rodeado por los campanazos de las cacerolas en el cerro San Juan de Dios, sentí, por la primera vez en mis 19 años en Valparaíso, que Chile estaba navegando en un su propio mar de origen y ceniza. <br />
<br />
Algo pasa en mi Chile querido. Más allá de las críticas banales—de las ambiciones de la Srta. Vallejo quien sueña con transformarse en la Gladys Marín del siglo 21; de los cínicos cálculos políticos de una oposición que ve una oportunidad de reivindicarse por no haber hecho nada en 20 años atacando otro por no haber hecho nada en 2—más allá de todo esto…<br />
<br />
Algo está pasando. <br />
<br />
Chile nos está pintando una manzana. Una manzana que dice que 30 años de crecimiento económico a todo dar no ha venido sin costo. Una manzana que dice que hay un Chile profundo “cansado de sus pies y sus uñas y su pelo y su sombra”, un Chile con 80% de sus habitantes endeudados hasta el cuello. <br />
<br />
Las grandes transformaciones son igual a las grandes obras de arte. Se ganan, no se regalan. Así, independiente al color político de cada uno, me parece transcendental meditar esta manzana que Chile nos esta retratando. Ahora veamos si nuestros políticos—todos—están a la altura. A transformar esta prosa en verso. Algo bello, surreal, transformador, imperdurable.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-80748547531176744802011-06-27T21:41:00.002-04:002011-06-27T21:41:34.978-04:0031 minutosEl jueves mi señora y yo habíamos acordado una cita para ver una película de Woody Allen en el Cine Arte de Viña. Pero a las 7:14 aun no llegaba. Así, que tomé mi notebook y escribí: “Porteños: súmense a la gran campaña en Twitter. Que las platas recaudadas por venta de Esval se queden en Valpo.” <br />
<br />
Pasó un minuto. Nada. Anonadado pero no derrotado, repetí el mensaje. “Porteños: súmense a la gran campaña de Twitter. Que las platas recaudadas por venta de Esval se queden en Valpo”. Segundos después, me llegaron dos respuestas. <br />
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“¿Qué onda?” decía el primero. “No sabía que estaba a la venta Esval” el segundo. <br />
<br />
“Así es. Se espera recaudar US$200MM. Que no subsidien el metro de Santiago. Que se queden en Valparaíso”. Cuatro minutos después, siete otros porteños habían sumado al diálogo. Otros cinco “retwitteaban” (reenviaban) mi mensaje original a sus propios seguidores. Apareció un “tweet” de un conocido periodista de este diario, reenviando mi mensaje y recomendando el uso del (#) ante de las palabras Esval y Valpo. Esta herramienta permite que Twitter mide y ordena la popularidad de las tendencias que allí se conversan. <br />
<br />
Mientras mi primer mensaje seguía dando vueltas, mandé otro: “Porteños ¿en que proyecto gastaría los US$200MM que se recaudarán por venta de #Esval si logramos mantenerlos en #Valpo?”<br />
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Quedó la tendalada… Se iluminó el ciberespacio. “Mejoramiento integral del cerro Santo Domingo, Iglesia La Matriz, y Mercado Puerto” contestó Enrique. “Cerro Polanco”, escribió Mauricio. “Restaurar, recuperar, y reparar ascensores abandonados” agregó Paz. “Extensión de Merval hasta Quillota” insistió Camilo. “Todos los cables subterráneos” twitteó Macarena. Pero no todos fueron optimistas. Gerardo me recriminó, “Gringo, ¿Aun crees en el viejito Pascuero? No pasa nada. Todo va a Santiago.” Yo le contesté: “En el viejito no, pero si en el poder de las redes sociales”. <br />
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Seguían lloviendo comentarios, muchos retwitteados, y todos con el “#esval” y “#valpo”. A las 7:33, llegó mi señora. “¿Vamos a ver la película, cierto?” <br />
<br />
“Si, mi amor. Pero necesito unos minutos. Estoy haciendo un experimento”. <br />
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En 19 minutos, había recibido 47 mensajes. Estos habían sido retwitteados más de 100 veces. Justo, apareció un mensaje del Senador Lagos Weber: “@toddtemkin @chahuan @sebastianpiñera propongo protocolo entre región y gobierno previo a la venta que acuerde que 100% quede en región”. <br />
<br />
Mientras yo reenviaba el mensaje de Ricardo a mis seguidores, apareció otro mensaje en mi bandeja. Venía de Twitter. Decía, “Felicitaciones @toddtemkin #esval es tendencia nacional”. En 31 minutos, habíamos entrado el “top 10” del mundo twittero Chileno. <br />
<br />
Media hora después, sentado cómodamente en el Cine Arte de Viña, no pude dejar de contemplar lo sucedido. “Impresionante potencial”, pensé. Es más, ya tenía preparado mi próxima maldad: “@lagosweber @chahuan @alcaldevalpo propongo conclave parlamentarios y alcaldes ciudades portuarias para sacar adelante Ley de Puertos”.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-31480033466811735452011-06-20T16:20:00.000-04:002011-06-20T16:20:57.688-04:00La definición de es<br />
El 17 de agosto de 1998 Bill Clinton dio una clase magistral para los amantes del bizarro y el absurdo. Al ser interpelado sobre si había mentido al alegar que su relación con Mónica Lewinsky “no es sexual”, el entonces Presidente, visualmente incómodo y torcido, ofrecería la siguiente joyita: “Eso depende de su definición de qué es lo que es”. <br />
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Recordé lo anterior hace unos días, mientras hojeaba los titulares de los diarios financieros expuestos sobre la vereda de la calle Almirante Señoret de Valparaíso. “Gobierno levanta US $984 MM por venta de participación en Aguas Andinas” decía uno. Lo compré. Imagine mi desilusión al leer el destino de estos recursos: el metro de Santiago. <br />
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Totalmente de acuerdo con mi amigo Jorge Martínez que, por lo menos, 50% de los aproximadamente US $200 MM que el gobierno pretende recaudar por la venta de 29.43% de ESVAL debe quedarse en Valparaíso. ¿La otra mitad en la Quinta Región? Por supuesto. <br />
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Es más, diría que el destino de estas obras debe ser consensuado aquí en Valparaíso, por los propios porteños. Conversemos después sobre las obras que nosotros queremos ejecutar. <br />
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Durante la inauguración del edificio Luis Cousiño, el Presidente Piñera planteó enfáticamente que su Plan Valparaíso “es lejos el más importante que se ha hecho”. Me sentí algo tocado, pues, un par de semanas antes, yo había escrito en este medio “hace falta que el Presidente presente en detalle su Plan Valparaíso”. <br />
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A nivel personal, admiro mucho el Presidente Piñera. Su gobierno ha logrado buenas cifras económicas y una notable mejora en el desempleo regional. No obstante, es innegable que la clima en Valparaíso le está complicando. Al desencanto por las licitaciones portuarias se suman los paros universitarios. También está el descontento con sus reformas económicas que contemplan abrir el cabotaje y permitir los puertos secos. Causan pánico entre los navieros chicos, los pequeños agentes de aduana, y los gremios de transporte. <br />
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Así, no hay donde perderse. Las platas recaudadas por la venta de ESVAL deben quedarse en Valparaíso. Sería una pena ver al Presidente, en 2 años más, defendiendo aquel discurso cuando decía que su Plan Valparaíso “es el más grande que se ha hecho” alegando “depende de su definición de qué es lo que es”. <br />
El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-27146819013179883392011-04-03T22:53:00.001-03:002011-04-03T22:53:07.936-03:00La compleja relación entre Valparaíso y Viña del Mar<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal">Si Chile tuviera una postal urbana comparable con el puente Golden Gate, el Teatro de Opera de Sídney, o los Champs Èlysèes, puede que sea el atardecer sobre Valparaíso visto desde las Dunas de Reñaca. Se trata de una herradura de luces que abarca los 43 cerros del Puerto, enmarcando un mar turquesa donde destacan las siluetas de naves posando en la neblina. No es casualidad que se haya invertido US $2.000 MM en edificios, colegios, y complejos residenciales en este sector.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Lo tengo claro. Hablar de “cuentas pendientes” entre Valparaíso y Viña es tema tabú. Se considera de mal gusto. Viola las buenas costumbres. En esto, tanto la Concertación como la Alianza están de acuerdo. De hecho, hace años, el discurso oficial dice que nuestras dos ciudades se llevan fantástico; que constituyen un “complemento perfecto”. Valparaíso ofrece cultura y patrimonio; Viña playas y diversión. ¿Qué más se puede pedir?<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pero la realidad, como siempre, es más compleja. De hecho, la relación entre el Puerto y la Ciudad Jardín es más parecida a la de los dos gigantes de retail, Falabella y Cencosud, que, en muchas cosas se asocian y, en otros, pelean a muerte. En cada mall de Falabella verás una Almacenes París (Cencosud). Tal asociación es común y hasta valorada. Pero no debe confundirse con filantropía. It’s just business. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">De la misma manera, hay muchas áreas donde la Joya del Pacífico y su principal balneario se benefician. Pero, de allí, saltar a la conclusión que en nada compiten es, sencillamente, pecar de ingenuo o, peor, querer cerrar los ojos a la realidad. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Compiten por inversión. Compiten por infraestructura. Compiten por ofrecer a sus familias las mejores clínicas y colegios. Compiten para atraer alumnos y profesionales que se escapan de Santiago. Pero, a diferencia de los dos titanes del retail, la competencia entre Viña y Valparaíso no es una pelea justa, pues, Viña, hace 4 décadas, cuenta con un gigantesco subsidio: US $40MM anuales. En el mundo de los negocios, esto tiene nombre y apellido: competencia desigual. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">La vista desde las Dunas de Reñaca no miente:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Valparaíso agrega mucho valor a Viña del Mar. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Pone renombre y mística. Su puerto y sus universidades constituyen los pilares de la economía que sustentan aquellos que viven en Los Pinos y Bosques de Montemar. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Sin embargo, ¿alegar que Viña “es pura ganancia” para Valparaíso? Más difícil. Cuando yo mando a mis hijos a colegios en Viña y Con Con, lo hago porque estos mismos colegios abandonaron el Puerto. ¿Esto ha beneficiado a Valparaíso?<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Si nuestros políticos no reconocen ni remedian la competencia desigual entre las dos principales urbes de la Quinta Región, si prefieren el discurso de la avestruz, si insisten, para no romper ni el tabú ni las buenas costumbres, “que la relación entre los dos es perfecta”, Valparaíso seguirá perdiendo terreno. Esto será fatal para Valparaíso. ¿Y si muere Valparaíso? <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Dígale “adiós” a la vista desde Viña del Mar. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com13tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-51155735090661115902011-03-13T21:53:00.000-03:002011-03-13T21:53:01.591-03:00Esperando el tsunami desde Valparaíso<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal">Por un día, se lo llevó don Miljenko Parserisas, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aquel flechado vendedor de diarios que deambula los innumerables recovecos del Puerto ostentando la imponente marca mundial de “mayor cantidad de tatuajes de Julia Roberts distribuido por el cuerpo”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Superó a Pablo Neruda, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Rubén Darío, Joaquín Edwards Bello, Salvador Allende y Augusto Pinochet como el porteño más buscado del mundo en Google. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Los 70 mil menciones que devuelve el mítico algoritmo al deletrear el nombre de nuestro ambulante ilustre ya asombran. No obstante, el logro crece al considerar la nula posibilidad de otra persona que comparte el nombre Miljenko Parserisas.<o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Aquella hazaña contrasta con otras menciones de nuestro Puerto que han dado vuelta del orbe en estos días. Por ejemplo, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un espectacular video del escalofriante bajada de uno de los corredores de la carrera “Valparaíso Cerro Abajo” fue subido a la red por un reportero del Los Angeles Times. Generó furor mundial bajo el título “Experience a Chilean Thrill Ride”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Se los recomiendo. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Además, nuestra ciudad fue incluida, por segundo año consecutivo, en un reportaje del Huffington Post sobre las ciudades más coloridas del mundo. Esta vez, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>aparecimos en el puesto número 10, después del Salvador de Bahía. El artículo invita a participar enviando imágenes y diapositivas. Así, si algún asiduo lector se pusiera las pilas y les enviara más fotos, no sería descabellado que Valparaíso subiera un par de puestos el próximo año. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pienso en estas y otras nimiedades mientras acaricio mi gato y contemplo el espectáculo de 11 naves , entre ellos un hermoso crucero,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se han colocado a altamar a la espera de un tsunami en Valparaíso. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Nuestra ciudad no es la única que sufre desastres, por cierto. Sin embargo, por razones que desconozco, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>somos de los pocos que crecemos en estatura al aproximarse dichos fenómenos. A nivel mundial, el mito de Valparaíso es sinónimo del sufrimiento. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¿Cuanta ayuda , tanto material como inmaterial, llegó desde Europa tras nuestro terremoto de 1906? Un tsunami de inmigrantes, entre ellos los arquitectos italianos Barrison y Schiavon, llegaron a reconstruir el Puerto.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>El Valparaíso de hoy sería impensable sin ellos.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En este y otros desastres, como el del Tranque Mena, la Calle Serrano o el cerro La Cruz, la dignidad humana de Valparaiso ha sido excavada, una y otra vez, por las<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>garras de la catástrofe. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Así, durante unas horas del viernes, miles de niños y abuelitos porteños se juntaron en la parte alta del Puerto observando las 11 naves y preguntándose si serían protagonistas en otro capítulo más de los 5 siglos de sufrimiento de Valparaíso. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pero, esta vez, no llegó a mayores. Volvemos a la normalidad. Volvemos a nuestras casas coloridas y nuestros ciclistas furiosos. Volvemos a los 82 tatuajes de Julia Roberts que adornan el cuerpo de don Miljenko. Gozamos, aunque sea solo por hoy, haber salido ilesos del mito. Gozamos, hoy, nuestro frágil humanidad. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><!--EndFragment-->El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-90584750878101524392011-03-06T22:37:00.002-03:002011-03-06T22:37:16.787-03:00Pauta para el 21 de Mayo<!--StartFragment--> <br />
<div class="MsoNormal">“Todo es posible”, me decía el personaje. “Queremos soñar en grande”. Era el año 2000. ¿El personaje? Iván Valenzuela, asesor presidencial de Ricardo Lagos (RLE).<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Aprovechando la ventana de la postulación del Puerto ante la UNESCO, el Presidente Lagos había encomendado al ex gerente de Codelco su sueño más querido: gerenciar la transformación total de la Joya del Pacífico. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Bajo el nombre “Plan Valparaíso”, Iván tenía a su disposición un directorio de lujo: varios ministros y subsecretarias liderado por el todopoderoso José Miguel Insulza. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">¿El resultado? La 4ta etapa de Merval, la restauración de la Avenida Altamirano, el Paseo Wheelwright, la apertura del Muelle Barón, la creación de CNCA, y el inicio del proceso de la ex – Cárcel. Pero lo más importante serían el crédito BID y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de 2 subsidios especiales: El primero, de MINVIU, transformaría destartaladas casonas señoriales en loft. La segunda, de CORFO, promovería la llegada de US 200 millones de inversión hotelera y gastronómica. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">El Plan Valparaíso diseñado por Lagos era tan contundente que su sucesora optó por descansar. Con la excepción de hacer cumplir el viejo testamento de Federico Santa María en el parque Quebrada Verde, Michelle Bachelet no ofreció ninguna innovación de peso para transformar nuestro Puerto en una ciudad patrimonial, cultural, y turística de vanguardia internacional. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Así, no fue ninguna sorpresa que, tras 4 años de “status quo”, los porteños dejaron de lado sus prejuicios y votaron por un Presidente de centro derecha. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Pero seamos honestos: El primer año del Presidente Piñera se nos fue entre los mineros y el terremoto—además del salvataje <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>anti-corrupción implementado por el notable Raúl Célis. ¿El “Plan Valparaíso 2”? No aparece. Hay un plan de inversión para la Quinta Región, por cierto. No es lo mismo. <o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Así, hoy, cuando hablamos de la “transformación de Valparaíso”, seguimos hablando, para bien o para mal, del BID, de la ex – cárcel, y de los subsidios MINVIU y CORFO. Es decir, seguimos hablando del matriz diseñado por RLE. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Así, este 21 de Mayo el Presidente Piñera no tiene otra opción. Debe anunciar, frente al país entero, la segunda etapa de la transformación total de Valparaíso en una ciudad patrimonial, cultural, y turística de punta a nivel internacional. Lo hecho por Lagos cumplió su ciclo. Ha llegado la hora de innovar.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">Personalmente, no espero que tenga todo armado. Basta con declarar su intención frente al país y rayar la cancha con un plazo fijo para estrenar los detalles. Es más, debe nombrar un “generalísimo”—alguien que cumpla un papel parecido al de Iván—y armar su “dream team”. Chahuán, Célis, Castro, Barría son nombres buenísimos que tienen que estar. Pero faltan los ministros, sobre todo Hacienda, y el super-gerente—sin nariz prominente, por favor—que trabaje EXCLUSIVAMENTE para el proyecto Valpo y que reporte directamente al Presidente.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></div><div class="MsoNormal"><br />
</div><div class="MsoNormal">La pauta esta hecha, Sr. Presidente. Los porteños estarán escuchando, atentamente. <o:p></o:p></div><!--EndFragment-->El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-53508745525246099392011-01-30T10:37:00.003-03:002011-01-30T11:14:20.696-03:00Salut au monde<div class="MsoNormal" style="mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; text-autospace: none;"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">De todas aquellas referencias sobre nuestro Puerto que abundan en la literatura, plástica, música, filosofía, y ciencia mundial—tantos los conocidos como los desconocidos—tal vez la fugaz aparición de nuestra ciudad en el poema, “Salut au Monde” de Walt Whitman, podría considerarse entre lo más frívolo. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Lo anterior no subestima la importancia del vate Neoyorquino. No es casualidad que nuestro Nobel del cerro Bellavista, habiendo conseguido una foto del autor de “Hojas de Hierba” de 4 centímetros por 6 en una feria de antigüedades, mandó a agrandar esta misma hasta que tuviera un metro ochenta. Lo colocó al lado de su escritorio, asumo, para que los dos pudieran dialogar a diario. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Digo “frívolo” porque “Salut au Monde” no es un poema sobre Valparaíso, sino un poema mucho más ambicioso. Sus aproximadamente 305 versos se organizan en 33 estrofas y 13 secciones. En realidad, el número exacto de versos es un misterio, pues, parte del encanto de leer a Whitman es precisamente el hecho de que no siempre se sabe, con exactitud, cuando un verso termina y otro parte. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Whitman inventó tal flamante estilo inspirado por los ensayos de su héroe, Ralph Waldo Emerson (1803-1882). Según Emerson, 60 años después de la Declaración de la Independencia de los EE.UU., el país aun no estaba libre, pues, sus poetas seguían imitando a Wordsworth y Coleridge. Para Emerson, América aun no encontraba su voz, su destino. “No es la métrica que hace al poema”, escribió RWE, “sino la pasión del poeta que inspira una métrica propia, a la altura de tal pasión”. <o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Iluminado, Whitman inventó una línea poética que se burlaba de las duras restricciones métricas que imponían sus pares europeos. “¿Por qué tengo que limitarme a una cantidad predeterminada de pies yámbicos?” se preguntaba. Según el, EE.UU. era un país abundante, sin limites. Si quisiera poner 20, 30, o 40 pies en una sola línea, lo haría, ¿quién eres tú para decirme que no?<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Volvemos a “Salut au Monde”: Igual a “Canción a mi mismo”, se trata de una oda al transcendentalismo. Esta filosofía predica que, si uno quiere vislumbrar la arquitectura divina del universo, no hace falta morir e ir al cielo, sino basta con abrazar con los ojos abiertos el mundo tal como es. Tanto Whitman como Emerson rechazaban la cosmología de la dualidad. Según ellos, no existía una parte de la creación que era de Dios y otro del diablo. Era uno solo, maravilloso, único, perfecto. Lo mismo corría para los seres humanos:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">“Cada uno de nosotros es inevitable/ Cada uno de nosotros sin limites…Cada uno tan divino como lo demás” </span><span style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><o:p></o:p></span></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Por su parte, nuestra ciudad se hace presente en la sección 4:<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">“Contemplo los marineros del mundo...<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">En sus temporales—en su oscuridad…<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">“Contemplo los buques de vela y de vapor…<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">“Esperan en Liverpool, Glasgow, Dublín<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Marsella, Lisboa, Nápoles, Hamburgo, Bremen<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Esperan en Valparaíso, Rio Janeiro, Panamá;<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">Esperan en los muelles de Boston, Filadelfia y Baltimore,<o:p></o:p></span></span></div><div class="MsoNormal"><span lang="ES" style="color: #000058;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">En Charleston, New Orleans, Galveston, San Francisco</span></span><span lang="ES" style="color: #1c2129;"><span class="Apple-style-span" style="font-family: Times, 'Times New Roman', serif;">.</span></span><o:p></o:p></div>El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-44701148265246734762010-12-12T19:23:00.002-03:002011-01-30T11:13:17.985-03:00HerenciasEs difícil recapitular la historia detrás de la postulación de Valparaíso ante la Unesco. Deberíamos partir con la solitaria lucha, desde los ’80, de la gran Myriam Weisberg. Libros como "La Arquitectura Religiosa de Valparaíso Siglos XIV a XIX" y "La Vivienda de Fines de Siglo XIX en Playa Ancha" abrieron camino. Otro hito fue la primera encarnación de "Ciudadanos por Valparaíso" creado en 1995. Sus fundadores incluyeron a Raúl Alcázar, Nelson Morgado y Jorge Coulon. Se constituyó para evitar la demolición del edificio Luis Cousiño y su posterior reemplazo con una torre que habría liquidado el Paseo Gervasoni. Años más tarde, los fundadores dejarían el grupo, pero mantendrían su lucha.<br />
<br />
Otro paso ocurriría en ‘96 cuando nuestros ascensores fueron incluidos en el World Monuments Watch, premio que busca proteger los "100 tesoros mundiales en mayor peligro de extinción". Tras este logro, gestado por los arquitectos Antonino Pirrozi y Jaime Migone, empezó a sonar la idea de postular a nuestros funiculares a la Unesco en la categoría monumentos. Tal idea inspiró a doña Marta Cruz Coke, entonces directora de la Dibam, a iniciar contactos con París. Estos le habrían entablado en una férrea disputa con el ex-alcalde Hernán Pinto, quien aún no estaba convencido.<br />
<br />
Otra leyenda cuenta que fue el prestigioso arquitecto ecuatoriano, Hernán Crespo Toral, una de las máximas autoridades de la Unesco, quien convenció, en ’97, a las autoridades chilenas que "no habría que postular sólo a los ascensores, sino a toda la ciudad".<br />
<br />
A estas alturas, fueron muchos los arquitectos, arqueólogos e historiadores que golpeaban las puertas del municipio y escribían cartas a los diarios. Personajes como José de Nordenflytch, Archibaldo Peralta, Samuel León, Marcela Hurtado, Juan Mastrantonio, entre muchos otros, dieron seriedad a los debates. Dentro de la Dirección de Obras, la arquitecta Cecilia Jiménez, discípula de Weisberg, se convertía en otro pilar fundamental.<br />
<br />
La Fundación Valparaíso, creada por quien escribe, con el apoyo del empresario Eduardo Elberg, empezó a gestarse el mismo ‘97. En ‘98, el alcalde Pinto y doña Marta limaron sus asperezas y se inició, al fin, el primer expediente de postulación con Cecilia Jiménez a cargo de los aspectos técnicos.<br />
<br />
En esta época Ciudadanos por Valparaíso se reformó con especial énfasis en los temas de la autenticidad y el patrimonio social. Dios sabe que mi convivencia con ellos no siempre ha sido fácil, pero su aporte en estas áreas es indiscutible.<br />
<br />
En fin, ha pasado mucha agua bajo el puente. Hoy, nuestro alcalde lucha con dos espantosas herencias: una gigantesca deuda financiera y una aun más gigantesca desconfianza generada por las promesas incumplidas de sus antecesores. Más que nunca, hay que apoyarlo para sacar adelante la Ley Valparaíso.<br />
<br />
Está claro, con la posible excepción de Weisberg, nadie puede reclamar autoría absoluta de la postulación ante la Unesco, pero todos podemos apoyar en salvarlaEl Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-36440087091509483352010-12-07T08:36:00.000-03:002010-12-07T08:36:21.576-03:00Desde Puebla al PuertoSi algún día el Congreso llegase a aprobar una Ley Valparaíso ya tengo claro lo que habrá sido mi mejor contribución sobre el tema: un pollo al mole.<br />
<br />
Hace un mes, Juan Carlos García, director regional del MOP, me comentó su intención de juntar a nuestros dos senadores para conversar el tema. El 20 de noviembre, sonó mi celular. "Está todo listo. Habrá una comida en mi casa el 27". "¿Traigo algo?" le pregunté. "Solo tu pasión por Valparaíso". Estaba un poco desilusionado. Me encanta cocinar.<br />
<br />
La mañana del 27 me volvió a llamar. "Se han sumado algunos otros personajes clave. ¿Puedes ayudar con el aperitivo?" "Cuenta conmigo" le dije.<br />
<br />
Aunque tres regiones de México -Oaxaca, Tlaxcala, y Puebla- disputan ser la "cuna del mole", encuentro más creíble la paternidad de la última. Según la leyenda, un monje nombrado Fray Pascual preparaba una comida para el arzobispo de la ciudad. Quería convencer al eclesiástico de promover algunas transformaciones para el pueblo. Pero Pascual era pobre. En su mueble, quedaban solo algunas especies, un par de ajís tipo poblano y chipotle, nueces, pan añejo, y chocolate. Se frustró. Dio una vuelta por el pueblo. En su ausencia, hubo una tormenta de viento. Cuando regresó, todos los ingredientes habían sido mezclados. Un signo de Dios. El fraile lo sirvió como salsa acompañando un pavo. El arzobispo quedó tan extasiado que concedió todas las transformaciones que el monje solicitara.<br />
<br />
Así, tenía claro mi aperitivo para salvar a Valparaíso. Primero, salteé el pollo en ajo y merquén para darle un toque chileno. Después, al mole, agregué un poco de tomate y miel, truco de las indígenas de la zona de Oaxaca. Le da más complejidad y asegura el efecto narcótico deseado.<br />
<br />
El primero en probarlo era el senador Lagos Weber, seguido por Juan Carlos, su señora Xochitl, y Ramón de la Torre, Premio Nacional de Ciencias. Mientras todos atacábamos al mole, mi segundo aperitivo, unos tomates cherry con mozzarella y pesto, me miró con tristeza. Nadie lo pescaba.<br />
<br />
Sonó el celular de Juan Carlos. Salió a la cocina a contestarlo. Ricardo Lagos, quien, aun sin mole es un hombre muy divertido, ya acercaba una lucidez sin precedentes. "Es Pancho Chahuán" bromeaba. "Llama a pedir disculpas porque recién sale de una reunión con unas señoras en el cerro y llegará atrasado."<br />
<br />
Juan Carlos regresa: "El senador Chahuán recién sale de una reunión en el cerro y va llegando. " Todos moríamos de la risa.<br />
<br />
Quedaban 5 pedazos de pollo al mole. Los guardábamos para Chahuán. Dos horas después, habiendo devorado la deliciosa tilapia y fondue de chocolate preparado por nuestros anfitriones, nos concentramos en los obstáculos que complican el proyecto, entre ellos, ¿Cómo generar un movimiento ciudadano masivo en una ciudad cuya sociedad civil está tan fragmentada y desconfiada?<br />
<br />
¿Mis conclusiones? Tenemos dos senadores, de veredas distintas, 100% matriculados. Ahora solo falta sumar y sumar. A trabajar señores. Yo traigo el mole.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-5231240921972090472010-11-21T10:11:00.003-03:002010-11-21T10:12:28.551-03:00Para tiEl lunes a las 19:20. Habíamos visto 142 de los 143 jardines participantes en el concurso “Un Jardín para Valparaíso”. Solo faltaba uno, el de don Osvaldo Abdul Nieto, población Villa Esmeralda Manzana H, cerro Mariposas. <br />
<br />
A esta altura, habíamos calificado jardines en escaleras, pasajes, plazas, sitios eriazos, bandejones, techos, muros, y debajo ascensores. Habíamos visto jardines hechos con neumáticos, rosas vigilados por gnomos, y maceteros construidos con desechos reciclados. Habíamos visitado un verdadero parque atendido por un abuelito con muletas y un mirador transformado en paraíso por niños con Síndrome de Down y otras necesidades especiales. Habíamos descubierto dos jardines con tinas y otro donde los pájaros chapoteaban en un viejo lavamanos convertido en pileta. <br />
<br />
Así, no les voy a mentir: el lunes más de un miembro del jurado pensaba que el 143 sería un saludo a la bandera. ¿Qué más podemos ver? ¿Qué puede haber allá, “en la punta del cerro”? <br />
<br />
Habíamos intentado visitar el jardín de don Osvaldo en dos ocasiones. Desde Avenida Alemania tratamos de subir por Galleguillos y Pedro de Ona. Pero cada vez nos perdimos. Cuando la señorita del almacén de la calle Alberti dijo “No tengo idea”, nos rendimos. <br />
<br />
Pero esta vez veníamos preparados. Habíamos hablado con don Osvaldo y nos dio las siguientes instrucciones: “Sube por la subestación Chilquinta hasta la punta del cerro. Cuando llega a la bifurcación toma al a izquierda. Cuando vean el pasaje El Rudo sube hasta que termine el pavimento”. <br />
<br />
Llegamos hasta que terminara el pavimento. Habíamos arribado hasta la última casa del cerro Mariposas. “¿Dónde está el jardín?” <br />
<br />
“Pasado la última casa a la derecha” nos contaron unos niños. Allí descubrimos una reja, de gran extensión, construido con tablas sobre la quebrada. Había una puerta de entrada rústica, con un letrero escrito a mano, “Santuario El Encanto, Un Jardín para Valparaíso”. Pasamos. Dos miembros del jurado, Héctor Correa y Juan Pablo Álvarez, dijeron: “No lo puedo creer”. Empezamos a descender un sendero, hecho a mano por don Osvaldo, que zigzagueaba por los pinos y eucaliptos, hasta la profundidad de la quebrada. En el camino, había pequeños descansos, miradores, una variedad de arreglos florales, y hasta una mini cancha de futbol para los niñitos del barrio. <br />
<br />
A continuación los datos duros: Subimos de 78 a 143 jardines. Triplicamos los jardines en espacios públicos. Quintuplicamos la participación de colegios y jardines infantiles. Logramos entregar 39 premios, incluyendo varios que tuvimos que inventar al último momento para abarcar todos los casos especiales, como el de don Osvaldo, que desbordaron los parámetros originales del concurso. <br />
<br />
Mi hija pregunta, “¿Papá, harás otra columna sobre jardines? Hace tiempo que no escribes sobre mi”. “Es que estos jardines son para ti, mi amor. Para ti y para todos los niñitos de Valparaíso. Desde la Escalera ’El Membrillo’ hasta la punta del cerro”.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-53651263640953814052010-11-16T15:59:00.002-03:002010-11-16T15:59:40.809-03:00Secretos de golondrinasEl lunes 8, el jurado del concurso “Un Jardín para Valparaíso” inició su segunda jornada en los cerros Esperanza, Placeres, Barón, Polanco, y Rodelillo. En 2009, este trayecto nos regaló dos campeones: “La Plaza Petrohue” del Rodelillo, mejor jardín en espacio público hecho por una institución, y don Roberto Pérez Espejo, cerro Placeres, quien, con sus esculturas florales tipo “Eduardo Manos de Tijera”, fue flamante ganador del mejor jardín en espacio público apadrinado por un individuo. <br />
<br />
¿Les cuento un secreto de golondrinas? <br />
<br />
Moriré en Valparaíso, pero pueda que jubile en la Villa Berlín del cerro Placeres. Los cerros Alegre y Concepción se lo llevan en el turismo patrimonial, pero, si existiera un “turismo de la felicidad”, la Villa Berlín sería su epicentro. Sus pequeñas casitas emanan una paz infinita. Con más de un centenar de antejardines, esta villa es todo el furor entre las aves porteños. Venimos a ver jardines en la calles Essen, Encinas, y Limarí. Todos preciosos. Si te pierdas, siga a los colibrís, y si esto te falla, pregunta a cualquier vecino. Todos los habitantes de este barrio son un verdadero encanto. <br />
<br />
En la Plaza María Eisler, (dobla a la izquierda subiendo Ave. Matta frente al almacén “La Chacrita”) llegamos la escuela especial F-288 “Luz de Esperanza”. Otra vez, descubrimos que “Un Jardín para Valparaíso” es mucho más que un concurso de flores. Es una visita al corazón del Valparaíso profundo, un brotar de la espiritualidad latente escondida en cada rincón del Pancho. <br />
<br />
Almorzamos haciendo picnic en la “Plaza del Mercado” del cerro Barón. Se lo recomiendo. Tras recorrer los demás cerros antemencionados, terminamos la segunda jornada en el cerro Cordillera, donde Rayen Scherping se convirtió en nuestra concursante titular más joven (8 años). Es más, les adelanto que la Plaza Eleuterio Ramírez luce absolutamente renovada. ¿Otra sorpresa? El recóndito pasaje Neptuno. Allí, una quincena de vecinos creó “un taller de reciclaje” construyendo docenas de maceteros utilizando materiales en desecho. Hermoso. <br />
<br />
. . .<br />
<br />
“Buenos días, les estaba esperando”, nos dijo la Señora Gloria Fuentes de la Calle Teniente Pinto del cerro Mariposas el viernes a las 8:40 de la mañana. Así, partió nuestra tercera jornada, la más loca de todas, pues, habíamos dejado para este todos los jardines más rebuscados, incluyendo Ramaditas, Placilla, Laguna Verde, y el enorme depositario de fanaticismo verde (¿jardines o Wanderers?) que es la República Independiente de Playa Ancha. <br />
<br />
¡Qué emoción nos brindaron los 30 niñitos del Jardín Infantil Sol y Luna! El viernes, otros héroes incluyeron los repartidores de balones de gas, sin los cuales jamás habríamos encontrado joyas tan valiosas como los jardines de don Alejandro Pereira o el de doña María Georgina Céspedes, pasaje Jamaica con Detective Barahona. <br />
<br />
Este jueves 18, en el DUOC UC, anunciaremos a los ganadores. ¿Quieres un adelanto? Pregúntales a las golondrinas.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-81976014824551821342010-11-07T09:56:00.002-03:002010-11-07T09:56:27.285-03:00Sobre descansos y alcayotasEl viernes a las 5:18 pm, bajando a pie por la calle Atahualpa desde la Plaza Bismark hasta la calle Elías, acompañado por los miembros del jurado del concurso “Un Jardín para Valparaíso”, me detuve debajo de una gigantesca alcayota. <br />
<br />
<br />
Nos habíamos juntados a las 8:30 am. Conociendo a mis jueces—curiosos, juguetones y buenos para la talla—les tuve que rayar la cancha: Dado la enorme cantidad de jardines postulados, 143, el plan era promediar 4 jardines por hora durante 11 horas repetido por 3 días. Esto significa no quedarnos mucho rato copuchando con cada jardinero. <br />
<br />
Sin embargo, bastaba una media hora para quedarnos absolutamente encaprichado, por ejemplo, con el nuevo parquecito hecho por José Ignacio Rubio debajo del Paseo Dimalow. En Montealegre 487, saludamos de paso a una de nuestros ganadores del año pasado en la categoría de balcones. “Hola Silvana, ¿Cómo está el gato? El balcón se ve precioso.” Seguimos corriendo. Sin embargo, al llegar a la Plazuela San Luis, las cosas cambiaron. Un grupo de alumnos del Colegio Luis Galdames, bajo la supervisión de la profesora María Loreto Fuentes González, habían construido un muro verde con materiales reciclados. Vaya a verlo. <br />
<br />
Mientras avanzaba la tarde disipaba nuestra disciplina. Cuando descubrimos que Úrsula Franco Mayorga había limpiado todo el basural de la escalera Rudolph del Museo a Cielo Abierto, sembrando un jardín de excelente factura frente al mural de Nemesio Antúnez, no había otra opción. Había que entrar su restaurant, el Amaya, a saludarla. <br />
<br />
En el pasaje Dighero, Avenida Alemania a la altura del cerro La Loma, descubrimos a don Hipólito Morales, otro quijote que hace pebre a aquella narrativa que dice: “Los porteños no cuidan Valparaíso”. Hace años don Hipólito ha transformado su pasaje en un santuario de la naturaleza. Ahora, basta que el municipio venga a instalar un par de bancas y Valparaíso tendrá un nuevo mirador de excelente factura. <br />
<br />
Llegamos por fin a la Plaza de Descanso, cerro Cárcel. Para ser justo, esto es mucho más que un jardín. Es de los proyectos urbanos más estimulantes que se ha hecho. Y no me refiero a Valparaíso sino al país entero. Aquí, aproximadamente 700 jóvenes, leyeron bien, 700, bajo la conducción del Rodrigo Burgos Loyola, han transformado una plazuela abandonada en un gigantesco mosaico. Rodrigo, uno de los principales autores de otro de las grandes hazañas urbanas de los últimos tiempos, la Plaza de los Sueños, es un personaje que vale la pena descubrir. Su metodología de trabajo comunitario no solo transforma los espacios, sino hace que la comunidad se impregna de ellas. Para mí, es hijo ilustre. <br />
<br />
A las 5:17, habíamos visto 39 de los 143 jardines y nuestro éxtasis ya era incontenible. “¿Que sorpresa nos espera la próxima semana?” pensaba. Justo apareció la alcayota de la calle Atahualpa, colgando desde 5 metros de altura. “Amo mi vida”, pensé. Nada más que decir.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-57587874438671680372010-10-24T14:09:00.000-03:002010-10-24T14:09:48.738-03:00Valparaíso presenteViernes al anochecer en la Plaza Sotomayor. Luna llena. Viento revuelto. Miles de porteños repletando las graderías. Los carabineros ordenan el tránsito. La empresa de seguridad revisa las credenciales. Desde el martes, los porteños habíamos observado con asombro el montaje del lujoso escenario con su espalda a la ex Intendencia Regional, con dos pantallas de 6 por 4 metros y una gigantesca grúa de 7 pisos. Ahora ha llegado la hora. Nuestras autoridades llegan en trole desde el Congreso. A su lado, la directiva de la Fundación Fórum. Sentados en el piso, un mar de periodistas. Tras bambalinas, esperan más de veinticinco músicos y actores, junto a la directora artística, Aliki Constancio. A los dos costados, se estiran la treintena de bailarines y acróbatas; los demás actores, la comparsa, los cantantes. Corren los tramoyistas. Los iluminadores y sonidistas afinan sus perillas.<br />
<br />
Solo falta el perro.<br />
<br />
Llegó el perro. Justo cuando los primeros bailarines entraban en escena, cuando la cantante Lorna Guzmán hacía su triunfal entrada con prosa de Pablo Neruda aludiendo a Neptuno, escoltado en su trono de mar y viento, apareció un perro en la primera fila de la Plaza Sotomayor. <br />
<br />
Hace 4 años, cuando se decretó que la Joya del Pacífico sucedería a Barcelona y Monterrey como sede del Fórum Universal de las Culturas, se descorcharon el champagne en el Palacio de La Moneda. En Valparaíso, se anunció: Chile montaría una verdadera "olimpiada de las artes". El Puerto recibiría el Mundo con nuevos espacios culturales, como la Tornamesa y el Centro Cultural de la ex Cárcel. Para la inauguración, se hablaba de un desfile de presidentes y primeros ministros, todos reunidos para presenciar un espectáculo protagonizado por artistas chilenos de exportación mundial, como Beto Cuevas, Verónica Villarroel, y Cristina Gallardo Domas.<br />
<br />
Ya sabemos el cuento: la Concertación perdió la alcaldía y se lavó las manos del Fórum. El nuevo Presidente prometió su apoyo, pero el terremoto...<br />
<br />
Igual hubo pequeños aportes: la Subdere y el FNDR. En total, el presupuesto del tercer Fórum sería aproximadamente 1,5% del primero y menos de 2,5% del segundo. Chile, otra vez, había dejado a Valparaíso solo. Pero no digas esto al alcalde. No digas esto al centenar de artistas porteños que dejó su alma en la Plaza Sotomayor el viernes en la noche.<br />
<br />
Volvemos al perro. Cuando entró sentí un leve pánico entre los asistentes. Pero mi señora y yo teníamos una sonrisa de oreja a oreja. "Valparaíso está presente", le dije. Es más, ¿Dónde estaban las máximas autoridades del país? El Presidente había postergado su viaje a Europa por los mineros. Lo perdonamos. ¿Pero los ministros? ¿Y los cuatro parlamentarios para Valparaíso? Estaba Pancho Chahuán. Grande Chahuán. ¿Y los demás?<br />
<br />
Durante 45 días Valparaíso recibirá el mundo. Y lo hará solo. Da lo mismo. Nos quedaremos más unidos y brindaremos un digno espectáculo. Viva Valparaíso. ¿Y los críticos?<br />
<br />
Me quedo con el perro.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-71421649249083651802010-10-17T18:21:00.001-03:002010-10-17T18:26:53.664-03:00Entre hortensias y nísperos“¿Te has dado cuenta que la calle Dinamarca no es de adoquín? Es de piedra. Lo hicimos nosotros, como parte del acuerdo que permitiera, al fin, la adquisición de este terreno en 1825.” Las palabras son de Esteban Collins, Director del Cementerio de Disidentes, al iniciar nuestra caminata al cielo, entre hortensias y nísperos. <br />
<br />
<br />
No es la primera vez que vengo, obvio. Pero nunca había entrado por Dinamarca 14, el portón patrimonial, con su escalera de mármol en forma de caracol, vigilado por misteriosos búhos esculpidos en piedra. “Durante más de un siglo”, continuaba Esteban, “nuestra convivencia fue difícil. A pocos años de abrir las puertas, hubo un terremoto. La iglesia nos echó la culpa, ‘los herejes’ y gran parte del pueblo les creyó”.<br />
<br />
A los chilenos, les incomodan los cementerios. A mí, me fascinan. Pienso, inmediatamente, en uno de mis poemas favoritos, “Los Niños”, de William Carlos Williams (1883-1963): <br />
<br />
<br />
De vez en cuando<br />
encontrábamos un claro <br />
de violetas amarrillas<br />
<br />
no muchos <br />
pero grandes<br />
azules y grandes <br />
<br />
en el bosque del cementerio<br />
recogíamos <br />
varios<br />
<br />
había una familia llamado Foltette<br />
una familia grande<br />
con muchas tumbas de niños<br />
<br />
así recogíamos ramos de violetas<br />
y dejábamos uno <br />
en cada lápida<br />
<br />
<br />
¿Y de qué color son las violetas, después de todo? ¿Amarillas, púrpuras, o azules? No tengo idea. ¿Y cuáles son los niños referidos en el título? ¿Los Foltette? ¿O los que juegan, inocentemente, en el bosque? Nadie sabe. Gozamos el círculo de la vida. No hay porqué explicarla. <br />
<br />
Los cementerios desnudan nuestras ambiciones. Nos vacían de ruido interno. Nos limpian por dentro y por fuera. <br />
<br />
Pero el Cementerio de Disidentes es diferente. Es un monumento a la lucha por la libertad, un testimonio a la tolerancia y la diversidad. Aquí descansan nuestros mártires y aquellos que, habiendo nacido en tierras tan lejanas como impronunciables, optaron por morir aquí, en el último confín del mundo. <br />
Aun así, me es difícil explicar el misterioso poder narcótico de este lugar. Tal vez, igual como en “Los Niños”, no es necesario. Basta deambular entre los apellidos Mackay, Garland, Sutherland, Hucke, Porter, Trumbull, etc. Cada vez que vengo, vuelo. Siento como si hubiera entrado a un boticario del siglo 19, con sus repisos de roble repletos de botellas cuyas etiquetas amarillentas, escritas en inglés y alemán, narran fabulosas fábulas de antaño. Y, de repente, siento que he llegado al pasillo de los perfumes, apenas perceptibles tras siglos de abandono, pero que pegan igual, fuerte, con su golpe de melancolía extraído del silencio. <br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div>El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-89266287308790067132010-10-03T11:27:00.001-04:002010-10-03T11:29:04.479-04:00Escalando<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpA5QeaH1KNY1a_kAoLFAymRKnc_4Z1p8zHIB-QK0NwvRJGU6T4vRM4AWxfMAaJFU4PNOxaJ79EfMcRplUxyFDuYlKIOSj34SeiMzeoty7xUq59BztbQhLRng7hROD7U4R7LEwPAEfqTQ/s1600/morire+en+valparaiso,+chico.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; cssfloat: right; float: right; height: 165px; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em; width: 114px;"><img border="0" px="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpA5QeaH1KNY1a_kAoLFAymRKnc_4Z1p8zHIB-QK0NwvRJGU6T4vRM4AWxfMAaJFU4PNOxaJ79EfMcRplUxyFDuYlKIOSj34SeiMzeoty7xUq59BztbQhLRng7hROD7U4R7LEwPAEfqTQ/s1600/morire+en+valparaiso,+chico.jpg" /></a>El domingo pasado, a las 23:00, mientras veía “Tolerancia Cero”, envié un mensaje vía twitter: “Busco la escalera más larga de Valpo. Favor nomina su favorita con cantidad de peldaños.” </div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><br />
</div><br />
En segundos, las redes se iluminaron. Llegaron un par de nominaciones para la “Cienfuegos”, que une Serrano con la Plaza Eleuterio Ramírez. Contesté: “Sé que existe un mito que sea el más largo, pero no creo. ¿Cuántos peldaños, please? Veamos.” <br />
<br />
Nadie sabía. Daba lo mismo. La cosa venía entretenida. Afuera, llovía a cántaros. En ciberespacio, porteños desde Suecia, Temuco, y Antofagasta nominaban sus escaleras regalones: La subida Pasteur, la Santa Margarita, la San José del cerro Larraín, la Harrington del Panteón. Sobre este último contesté: “¿Se acuerda una escena de ‘Amnesia’ de Justiniano con Julio Jung subiendo allí? Memorable. Qué lugar más maravilloso.”<br />
<br />
María Fernanda vive en Santiago pero estudió diseño en el Puerto. Ofreció: “Como alumna subía mucho a Cienfuegos y Carampangue. Carampangue es más larga”. Otro nominó Cabritería. Pero aun no había cifras oficiales. A las 1:15 me quedé dormido. <br />
<br />
Amanecí el lunes y revisé. Tenía un montón de mensajes en bandeja. “Cienfuegos tiene 166, Carampangue 194.” Un grupo de alumnos de la UFSTM querían saber: ¿Vale la escalera de nuestra universidad? Después de un intercambio, a favor y en contra, yo contesté: “UFSTM es patrimonio importante de Valpo. Vale.” Los alumnos, felices, reportaron: “Entonces tenemos 210 peldaños. Vamos ganando.” <br />
<br />
Pero su alegría no duró mucho. Media hora después, la Pasteur fue confirmada en 212. <br />
<br />
El martes había un mensaje de un periodista de La Tercera y dos mensajes de un par de diarios electrónicos. “Todd, supimos que estas organizando un concurso de escaleras, ¿podemos hacer un reportaje?” Sorprendente este twitter. <br />
<br />
El miércoles amaneció con nuevo líder: “El Teniente Bello”. Parte en la calle Lastra y sube Mariposas. Es fantástico. Y, es más, tiene 230 peldaños confirmados.<br />
<br />
Víctor Estivales, licenciado en literatura de la PUCV que cursa un postgrado en Santiago, me asegura: “la escalera que une Jorge Washington con Ibsen tiene más de 300.” ¿Su problema? “La única que puede confirmar es mi hermana, pero está a punto de hacerme tío.”<br />
<br />
El jueves ardía otra polémica. ¿Los peldaños tienen que ser continuos? La decisión de aceptar descansos animó a un ex – residente del cerro Las Cañas. “La escalera de la muerte”—lo que los vecinos llaman aquella que colinda con su ascensor abandonado. “Estoy seguro que tiene, al menos, 400 peldaños”, escribía. “Necesito que me lo confirmas, amigo”, contesté. “No puedo. Estoy estudiando en el Sur.” Mandó una imagen desde Google Earth. “Trampa” respondió otro. <br />
<br />
Se me ocurre que quienes pontifican la muerte del Puerto, una e otra vez, desconocen un detalle importante: la pasión de su gente. ¿El desafío? Saber encausarla. Los críticos me dicen, “Cuesta arriba, gringo.” Da lo mismo. La fuerza viva de Valpo vive escalando.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com15tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-25806372815542494802010-09-19T09:13:00.001-04:002010-09-19T09:13:43.853-04:00Anomalías: "A Change Is Gonna Come"El gran himno de la música soul, “A Change Is Gonna Come”, compuesto y grabado por Sam Cooke en 1965, es considerado uno de los clásicos de la música contemporánea. Inspiró a Ray Charles, Otis Redding, Al Green, James Brown, Marvin Gaye, Steve Wonder, Aretha Franklin, y legiones de otras leyendas. Según el crítico Greil Marcus, se trata de la canción más importante de su género. Pero, en 1965, año de las protestas por los derechos civiles en Selma, año de los motines de Watts en Los Angeles, año en lo cual las tropas estadounidenses en Vietnam aumentaron desde 30 mil a 170 mil, “A Change Is Gonna Come” no superó el puesto 31 en el ranking. ¿Más extraño aun? Fue lanzado póstumamente, pues, Sam Cooke—cuyas canciones han sido cubiertas desde entonces por centenares de artistas, incluyendo a John Lennon, Simon y Garfunkel, Cat Stevens, Rod Stewart, Van Morrison, y todas las leyendas afroamericanas antes mencionadas, había sido asesinado el mes anterior por la manager de un hotel en Los Angeles. <br />
<br />
Volveré a Sam Cooke en un momento. Ahora, un par de observaciones sobre el bicentenario. <br />
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Mientras Chile, con sus 200 años a cuestas, mira el futuro con pavoneo y un deslumbrante optimismo, Valparaíso lo enfrenta con trepidación. <br />
<br />
Por su parte, Chile está a punto de lograr su anhelado “desacoplamiento”. Ya no depende, exclusivamente, de las vicisitudes de la economía norteamericana. Crece a tasas envidiables aunque el país del norte se mantenga postrado en la UTI. <br />
<br />
Valparaíso, por su parte, da la bienvenida al tercer siglo de Chile con un suspiro de alivio: “que sea mejor que el segundo” decimos todos. El siglo 1910-2010 partió con la apertura del canal de Panamá y la caída del negocio salitrero. Desde allí en adelante más bien parecía una letanía de chistes de mal gusto: desastres, explosiones, incendios, aluviones, terremotos, todo lo anterior culminando en el despoblamiento de su casco histórico y el desprestigio de la ciudad en los ojos de gran parte del país. Todo esto, se puntualizó, de forma magistral, con el cierre de varios ascensores y el dantesco incendio que destruyo nuestro querido “Pancho” a pocos días de llegar al bicentenario.<br />
<br />
Para Valparaíso, “A Change Is Gonna Come”, sería un himno apropiado. <br />
<br />
Así, volvemos a Sam Cooke. Mientras uno de los mejores discos de todos los tiempos languideció sin poder superar el puesto 31 de ventas, ¿cuál fue el número 1? “Downtown”, de Petulia Clark. Se trata de una canción pegajosa, pero poco transcendente en la vida de las personas. Hoy, 45 años más tarde, “A Change Is Gonna Come” crece en estatura, influyendo cada nueva generación. “Downtown”, una vez una superventas, quedó en el olvido.<br />
<br />
La anterior me parece un interesante espejo para ver la difícil relación entre Chile y su capital cultural. En pocos días inauguraremos aquí el Fórum de las Culturas. El mundo entero celebrará su amor por Valparaíso. <br />
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Chile, al parecer, estará en otra.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-37738485746695272372010-09-05T15:55:00.000-04:002010-09-05T15:55:11.915-04:00AullidoAquel nefasto 31 de julio apenas descansaban los carros tras la última bajada del ascensor Cordillera -los 51 segundos más tristes de los que se tenga memoria- cuando mi celular empezó a sonar. A poco andar tenía mensajes de dos matutinos capitalinos más CHV, TVN, y CNN Chile.<br />
<br />
Llegó el primer periodista. ¿Primera pregunta? "Da la sensación que los porteños no cuidan a su patrimonio, ¿Qué opinas?" Bastó el frío fruncir de mis cejas rusas para que entendiera que no mordería tal venenosa carnada. Es más, durante 20 minutos, hice lo posible para convencerle que la pregunta estaba mal planteada. Me explayé en como la recuperación de otras ciudades patrimoniales de la misma categoría de Valparaíso viene fuertemente subsidiados por sus respectivos gobiernos. Expliqué que más del 60% de las casas de Valparaíso están exentas de pago de contribución por lo antiguas. Ninguna otra ciudad chilena tiene esta mochila. Le recordé que la ciudad, con su asombroso laberinto de calles, escaleras, y callejones, tiene tres veces más estructura vial per cápita que cualquier otra ciudad de Chile. Le informé que los ascensores requieren 15 veces más inversión de lo que venden. "No lo que rentan", le dije. "Lo que venden".<br />
<br />
"El gobierno de Ecuador", continuaba, "invierte US $50 millones al año para la recuperación patrimonial de Quito."<br />
<br />
Repetí más o menos el mismo guión con los demás periodistas. Todos parecieron impresionados. Pero no es fácil revertir una narrativa cuando viene incubándose hace años. Es más, para los santiaguinos, el cliché, "los porteños no saben cuidar su patrimonio", es conveniente. Les permite lavarse las manos. Así, imagínense mi disolución cuando los 5 reportajes salieron con la narrativa de siempre.<br />
<br />
Lo cual nos trae al dantesco acontecimiento del jueves pasado.<br />
<br />
El terremoto, el fraude, el cierre de los ascensores. Ahora esto. No se puede creer. En Valparaíso, cualquier columna de humo negro provoca pánico. Pero, para miles, la imagen de llamas emanando desde el reloj de nuestro "Pancho" era diferente. Era demasiado. Ninguna ciudad puede tener tan mala suerte. Me acosté con ganas de vomitar.<br />
<br />
Pero el viernes amaneció con otra vibra. La empresa constructora, al parecer, tendría seguros y capaz que éstos alcancen para reconstruir todo. Es más, tanto el intendente como el alcalde parecen haber encontrado su voz. No solamente reconstruiremos la iglesia. Recuperaremos el barrio. Este mismo día empezó a dibujarse una solución temporal para reabrir algunos ascensores.<br />
<br />
El viernes en la tarde, tomando la temperatura del ánimo porteño en Twitter, me nació la siguiente idea: El próximo 4 de octubre, día de "San Francisco de Asís", armemos una gran fiesta en la calle Setimio frente a la Iglesia. Apoyemos a la congregación y las monjas. Llevemos nuestras mascotas. Pero, más importante, demostremos a todo Chile quienes somos. No se trata de una letanía de amargura, sino una señal de unidad. Nosotros, los porteños, no seremos vencidos.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com10tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-57878399577322067772010-08-22T08:28:00.001-04:002010-08-22T08:29:56.944-04:00Un tren puede esconder a otro trenSe trata de un poema del estadounidense Kenneth Koch (1925-2002), inspirado en un letrero que el poeta vio en Kenia. Parte: <br />
<br />
En un poema, un verso puede esconder a otro verso,<br />
De la misma manera que, en un cruce, <br />
Un tren puede esconder a otro tren.<br />
Así, si pretendes cruzar<br />
La línea férrea espera un buen momento<br />
Hasta que pase el primero. Y cuando leas<br />
Espera hasta que hayas leído el próximo verso—<br />
Allí, recién, sabrás si estás a salvo. <br />
En una familia, una hermana puede ocultar a otra.<br />
Así, cuando estés cortejando, mejor tenlas todas a la vista,<br />
Pues, si no, al seducir una, podrías terminar<br />
Enamorado de la otra.<br />
<br />
¿Y en Valparaíso? Un cerro puede esconder a otro cerro. Tomemos el caso de Barón. ¿Cuándo es la última vez que llevaste tu señora a pololear allí? Recomiendo que lo hagas de inmediato. <br />
<br />
Supongo que el mirador Portales, nombrado en honor al inquilino más famoso del cerro, sería un lugar obvio para partir. Así, no lo hagas. Parte, mejor, en la calle Setimio, el Montmarte porteño. <br />
<br />
Caminar cualquier cerro porteño siempre trae una yapa. Está el paseo que ves y el otro que borbotea por dentro. Son dos paseos en uno. Un tren esconde a otro tren. <br />
<br />
Setimio, por su parte, es de las pocas calles de cerro que hay en Valparaíso que siempre fue concebida como bulevar. Así, fue en 1845 cuando se colocó la primera piedra del convento de la orden Franciscana. ¿Que nosotros jamás hayamos cumplido tal mandato? Esto es otro problema. <br />
<br />
Les invito a imaginar la cara de don Eduardo Provasoli cuando llegó por vez primera en 1890. El afamado arquitecto italiano, que, años después, levantaría la icónica Catedral de Castro en Chiloé, sería el encargado de construir aquí el torreón más famoso de Chile. Por mi parte, me es imposible caminar la calle Setimio sin imaginar cafés al aire libre y su bandejón central lleno de cerezos y almendros en flor. <br />
<br />
Pero estar parado debajo de la Iglesia San Francisco al atardecer no requiere imaginación ninguna. Es una experiencia sin igual. El tiempo se detiene. ¿Cuántos personajes, llegando a vapor desde Europa tras navegar Cabo de Hornos, tuvieron su primera imagen de Valparaíso mirando hacía aquí? Está el convento con sus jardines y sus adoquines. Todo un paseo en si mismo. Maravilloso. <br />
<br />
Doblando a la derecha por la calle Blanco Viel y ambulando por calles como Tocornal, Acevedo, y General Belgrano, nos entramos en el corazón del cerro Barón, un típico barrio porteño lleno de casitas de adobe y estucado, todas de fachada continua, con mucha vida de vereda. Cada esquina nos trae una tienda de empanadas o un almacén. <br />
<br />
Subiendo el cerro, se llega a una pequeña plaza edificada por los mismos vecinos. El jardín es formidable. La vista del torreón insuperable. Desde este lugar, se descubre otro Valparaíso. <br />
<br />
O, según Kenneth Koch: “Puede que sea importante/ haber esperado un momento/ a ver lo que siempre estuvo allí.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-13185990302556658242010-08-15T21:31:00.001-04:002010-08-15T21:40:05.837-04:00Valparaíso, fuera del cuadrado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYSoNQrhqYvBLvCxaMoh59_k8_tnjYwks4r4Zzg6MpJN_bLfbVztntG1hicrO72YRng1InE_llkcJkLrL9j-PyshrHSsQDKOwTalbdxQN-YbNzYC613NRKEHTt2q1PNOGUq02sLMNP9ag/s1600/brisbane+arbor+for+column+1.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="150" ox="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiYSoNQrhqYvBLvCxaMoh59_k8_tnjYwks4r4Zzg6MpJN_bLfbVztntG1hicrO72YRng1InE_llkcJkLrL9j-PyshrHSsQDKOwTalbdxQN-YbNzYC613NRKEHTt2q1PNOGUq02sLMNP9ag/s200/brisbane+arbor+for+column+1.jpg" width="200" /></a></div>A un conocido sicólogo, especialista en tratar a los mejores golfistas del mundo, le gusta presentar a sus pupilos un famoso dibujo. Se trata de nueve puntitos ensamblados en forma de cuadrado. ¿El ejercicio? Conectar los nueve puntos utilizando sólo cuatro líneas rectas, sin levantar lápiz del papel. <br />
El 99% de los que intentan terminan rindiéndose. "No se puede", dicen. ¿Su problema? Asumen que sus opciones se reducen al universo representado por el cuadrado. Si aceptas estas limitaciones, el puzle es imposible. ¿Y qué pasa con el 1%? Parten, como muchos, conectando el diagonal que pasa por el medio. Después, doblan por abajo. Pero cuando llegan al último puntito, en vez de doblar otra vez, siguen adelante en línea recta hasta encontrarse fuera del cuadrado. Desde esta perspectiva, descubren una nueva geometría. Los nueve puntos no necesariamente tienen por qué formar un cuadrado. ¿Por qué no pueden formar dos triángulos? La solución aparece. ¿El mensaje? Cuando la adversidad te embosca, hay que aprender a pensar fuera del cuadrado.<br />
<br />
En 1988, Australia cumplió 200 años y celebró en grande con la Expo Mundial de Brisbane. Se reclamó un inmenso páramo de viejas bodegas e industrias en la ribera sur del rio Brisbane. Estas fueron transformadas en hoteles, loft, y restaurantes. Entre el borde fluvial y el recuperado patrimonio industrial, se despejó un predio de 20 hectáreas para la instalación de los 102 pabellones.<br />
<br />
Pero la Expo duró solo 6 meses. Una vez terminada, se desmantelaron las exposiciones, dejando un vacío importante en el corazón de "la ribera sur".<br />
<br />
Llovieron ofertas. ¿Vivienda? ¿Oficinas? ¿Comercio? ¿Un campus universitario?<br />
<br />
La respuesta llegó gracias a la afamada firma de arquitectos, Denton Corker Marshall, de Melbourne, especialistas en "pensar fuera del cuadrado". Estos presentaron un Plan Maestro urbano que asombró por su simpleza, elegancia, y genialidad.<br />
<br />
Se mandaron a construir 406 sinuosos zarcillos de fierro galvanizado. Cada poste medía 4,5 metros y constituía una verdadera escultura en sí. Los postes fueron erigidos en dos columnas paralelas de 203 zarcillos cada uno. Hubo intervalos de 5 metros entre cada poste. Al nivel de suelo, las dos columnas fueron separadas por 7 metros. Arriba se juntaron como tijeretas. En su conjunto, esta monumental estructura serpenteaba por un kilómetro. Desde el aire parecía el esqueleto de una gigantesca pitón.<br />
<br />
Una vez erigido el casco, se juntaron los zarcillos con un sistema de alambres. Sobre estos, se plantaron miles de buganvilias color fucsia.<br />
<br />
15 años después, el "Gran Parrón de Brisbane" destaca como un hito mundial del buen urbanismo. Seduce por su belleza escultural. Pero más impactante ha sido su glorioso impacto urbano. Articula, define, e integra todo la vida de la ribera sur.<br />
<br />
Sus sinuosas curvas son perforadas por cinco calles rectas. Esta combinación deja espacios urbanos de distinta forma e índole, parecido al laberinto de Valparaíso. En algunos espacios, dejaron parques, fuentes, hasta una pequeña laguna con jardín japonés. Otros ostentan cafés, bibliotecas, galerías, y restaurantes. Los fines de semana se hace una feria de productos orgánicos.<br />
<br />
No les voy a mentir. El primer día que caminaba debajo de esta maravillosa escultura tuve un solo pensamiento: "Quiero traerme tres a Valparaíso." Visualizaba uno para la Avenida Argentina, otro para la Avenida Brasil (zigzagueando entre las palmeras y los monumentos), y otro en la "Explanada del Mar" contemplado por Puerto Barón. Los tres constituirían un gran paseo de tres kilómetros que partiría en la entrada Valparaíso y culminaría en el edificio del Gobierno Regional.<br />
<br />
Ay… Soñar es gratis. Pero, mi punto es otro: Hace 20 años que nuestras autoridades viven de contingencia a contingencia. Que nos cierran ascensores, que los perros muerden a turistas. Cada día, hay que apagar algún incendio. Valparaíso es un puzle de nueve puntos. Si sacas la basura de un lugar, reaparece en otro. Los nueve puntos jamás se pueden unir mientras sigamos viviendo dentro de nuestro pequeño cuadrado.<br />
<br />
El Fórum de las Culturas habría sido el escenario ideal para traer maestros talla mundial a enseñarnos a soñar más allá de tales limitaciones. Pero cuando el gobierno anterior dejó botado el Fórum, esta histórica oportunidad se convirtió en otro incendio más.<br />
<br />
Pero no todo está perdido. Recomiendo que el Gobierno Regional, en conjunto con el CNCA, invite cinco grandes urbanistas mundiales a Valparaíso de la envergadura de aquellos que idearon el Gran Parrón de Brisbane. Puede que cinco grandes simposios, dictados por genios que viven lejos de nuestro sofocante mundo de prejuicios y limitaciones, sea justo el golpe que necesitamos para despabilarnos de la pesadilla de nuestro pequeño mundo donde todo nos parece imposible.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com7tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-54582467373102331732010-08-01T21:02:00.000-04:002010-08-01T21:02:36.837-04:00Efímera EternidadMi hija pregunta: "¿Qué hace el ratón Pérez con tantos dientes?".<br />
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"Esto, junto con cómo construyeron los pirámides, son los dos grandes misterios del universo", le digo.<br />
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Se estudia meticulosamente en el espejo, fascinada por el inflamado hueco de encía que queda en el lugar donde una vez hubo una paleta. Hoy, domingo, tendrá su segundo recital de ballet en la Aula Magna de la UTFSM. Será una gatita. Una gatita que le falta un diente.<br />
<br />
El martes, cuando me tocaba recogerla en su academia, hice una maldad. Llegué cinco minutos antes. Me escondí tras una pequeña apertura de la puerta para espiarla ensayando sus pasos. Adentro, la profesora gritaba indicaciones: El domingo, si se les cae el colet, ¿lo van a recoger? "¡No!" contestaron 10 gatitas preciosas. ¿Y si se les cae un botón? "No." ¿Si se les caen la cola? "No."<br />
<br />
Por un instante, se me olvidó el caso corrupción, las elecciones internas de los partidos políticos, los números de la encuesta CEP, los ascensores oxidándose en sus rieles. Por un instante, estaba feliz.<br />
<br />
Ay, la felicidad. Esta efímera eternidad. Hoy día, en las grandes universidades norteamericanas, se puede estudiar cualquier cosa -desde una deconstrucción marxista de la canción "Like a Virgen" hasta "cómo ganar más dinero utilizando Facebook y Twitter", pasando por "si existe o no un gen de la bisexualidad en los crustáceos". Pero no existe ni una licenciatura ni un magíster en alegría. Basta escuchar un par de minutos nuestro debate político para saber lo poco que se sabe de este último.<br />
<br />
En una entrevista en 1981, un periodista le preguntó a Bob Dylan qué le motivaba seguir reinventándose, una y otra vez: "No necesitas ni la fama ni el dinero. Artísticamente, no te queda nada para lograr, pues, tienes docenas de canciones inmortales. Has ganado tu lugar en la historia. ¿Por qué no descansas y disfrutas lo que has hecho?".<br />
<br />
Dylan contestó: "Existen industrias enteras dedicadas a enfermarnos, a perpetuar nuestra enfermedad. Permea el cine, la televisión, propaganda, farándula, los letreros en la carretera. Si yo no pensara que mi música pudiese ayudar a que alguien fuera feliz, no estaría cantando. Estaría navegando en un bote, o caminado por el bosque".<br />
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En términos de liderazgo, ser una persona feliz tiene muchos beneficios. "La gente no nos sigue por lo que decimos", dijo Sun Tzu, "la gente nos sigue por lo que somos". En el Oriente llaman esto "La ley del esfuerzo invertido". Mientras más desesperadamente buscamos algo, más nos alejamos de ello.<br />
<br />
Uno de los grandes secretos de la mística que se sentía en Valparaíso entre 1998-2003 fue precisamente eso. Por un instante, los porteños olvidaron sus penas. Dejaron de ser víctimas. Se reenamoraron de su ciudad. Redescubrieron la alegría de ser porteño. Lo demás llegaba solo.<br />
<br />
Así, por un día, me perdonarán si no hablo ni del desempleo, ni del Mercado Puerto, ni de los perros callejeros. Hoy día voy al ballet. A bailar señores.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com14tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-10379252223113145192010-07-25T17:48:00.002-04:002010-07-25T17:48:50.518-04:00ZeitgeistAproximadamente 6 cuadras arriba de la Avenida Alemania por la calle Alquiles Ramírez, pasado la calle Progreso, pasado el pasaje “23”, acercando la cumbre del cerro San Juan de Dios, se encuentra el colegio San Tadeo. En este lugar, se marea un poco. El pendiente del cerro es fuerte. ¿El paisaje? Típico de la parte alta de nuestra ciudad. Una mezcla de viejas tomas que, con el pasar de los años, se han ido consolidando con olor a barrio. Frente al colegio, costado poniente, se abre un pequeño pasaje sin nombre. Entramos. <br />
<br />
<br />
La vista es impresionante. Las casas emanan dignidad y esfuerzo. A la mitad, hay un boliche que vende escarolas, papas, cebollas, tomates. Pasado el almacén, el carácter del pasaje cambia. Se acaba el hormigón. Empieza el zigzagueo, los peldaños, los pasamanos, las tablas de madera atravesando el cerro. Todo improvisado con mucho cariño por los propios vecinos. Y de repente, llegamos. Vislumbramos lo que venimos a descubrir. Bodhisattva. Shangri-la. Nirvana. <br />
<br />
Descubrimos un parque. Un hermoso parque. Hay un cauce con una cascada natural que cae de la roca del cerro, vaciándose en un pequeño edén que los mismos vecinos han transformado en un anfiteatro. Imposible que visite un lugar así sin que me caigan las lágrimas. Aparezca el urbanista frustrado que soy. “Si yo hubiera descubierto este lugar hace 12 años podría haber hecho milagros aquí”, pienso. Claro, hace 12 años, hubo un zeitgeist distinto. <br />
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Zeitgeist es alemán por “el espíritu del momento”. Explica cómo es posible que, en París, entre 1869-1885, aparecieran pintores de la talla de Monet, Cezanne, Renoir, Manet, Pisarro, y Degas. El zeitgeist es lo que el joven Bob Dylan supo aprovechar cuando llegó a Greenwich Village en 1962. Es lo que inspiró al joven John Lennon a tocar con su vecino, Paul, en Liverpool el mismo año. <br />
<br />
Y hubo un zeitgeist en Valparaíso entre 1998-2003. Era una ventana histórica que se abrió. Y pasaron cosas increíbles. Valparaíso patrimonio de la humanidad. Valparaíso Capital Cultural. Era un tiempo místico. Se soñaba en grande. <br />
<br />
No quiero ahondar en los factores que cerraron esta ventana. Sería otra columna. Lo importante es que, con el Foro de las Culturas, hay una linda oportunidad de abrirla de nuevo. <br />
<br />
Para que pase esto, hay que replantear el Foro. No puede tratarse, exclusivamente, de un evento cultural que “se produce”. No basta con teatro, música, poesía, y arte. Hay que invitar a grandes pensadores. Arquitectos, urbanistas, filósofos. Hay que generar condiciones para que gente brillante venga a Valparaíso a trabajar, soñar, inspirarse, y dialogar. Y no solo hay que traerlos al Paseo Yugoslavo o Gervasoni. Hay que invitarles a lugares diversos, como el parque del pasaje frente al colegio San Tadeo. <br />
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El foro no se trata de mostrarse. Se trata de reflexionar, meditar, y salir de nuestra zona de comodidad. Se trata de capturar un relámpago en una botella. Se trata de seducir el zeitgeist de nuevo.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com9tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-26822665517322318882010-07-11T08:06:00.001-04:002010-07-11T08:08:45.805-04:00Si Valparaíso dejara de existirPrimero, una joya. El poema, “Hombre haciendo dedo”, de Galway Kinnell (1927-): <br />
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Después de un silencio, el conductor, un vendedor<br />
de la Compañía de Seguros Travellers en camino<br />
a Topeka, me preguntó, “¿Qué fue eso?”<br />
Yo, vestido en mi uniforme naval, útil<br />
para hacer dedo aunque la guerra ya había terminado,<br />
dije, “Parece que atropellaste a un hombre.”<br />
De hecho lo sabía. Su cara redonda se abrió<br />
con sorpresa mientras rebotaba contra<br />
el parachoques. Me miró desde la oscuridad.<br />
“¿Por qué no dijiste algo?”. El vendedor dio un frenazo. <br />
“Pensé que lo habías visto”, le dije.<br />
No sé por qué, pero sé me ocurrió <br />
que habría sido capaz de acompañar a este hombre<br />
todo el camino hasta Topeka<br />
sin haberlo mencionado. <br />
Abrió su puerta y miró para atrás. <br />
Yo hice lo mismo. Atrás, tirado sobre una berma,<br />
bajo el brillo de un viejo farol, lucía un cuerpo. <br />
Otro hombre lo revisaba. Por un instante,<br />
era yo, en otra época, doblado sobre<br />
el cuerpo de mi padre. El hombre se paró<br />
y gritó: “Olvídenlo. A este le atropellan<br />
a cada rato”. Era un borracho.<br />
Qué alivio. Todo el resto del camino, <br />
hasta el amanecer sobre Kansas,<br />
nadie dijo siquiera una palabra, hasta que<br />
el vendedor me dejó en mi puerta. <br />
“Gracias”, le dije. <br />
“De nada”. <br />
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Una obra maestra. Tiene oficio, drama, humor, sorpresa, riesgo, y vulnerabilidad. Hace tiempo que no lo leía. Pero el jueves lo necesitaba. Miraba el Cementerio No. 1 desde mi oficina., pensando en los grandes personajes enterrados allí. Detrás, el torreón de la Iglesia Luterana con su crucifijo de bronce, que, justo en este momento, portaba un pájaro de plumaje desconocido. A su izquierda, el rascacielos más imponente del casco histórico: la araucaria del Instituto de Música de la PUCV. Sobre mi escritorio, un reportaje: las revelaciones del caso fraude al fisco. <br />
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El poema se trata, entre otras cosas, de silencios cómplices. Como los seres humanos reaccionamos cuando nadie nos está mirando. No emite juicios. En el caso GORE, dejemos esto a la auditoría y los tribunales. Sin embargo, me pregunto si hombres educados se levantan, de un día para otro, y deciden, “Voy a ser un delincuente”. Intuyo que el proceso sea más sutil, el resultado de un largo proceso de ambiciones frustradas y sueños pisoteados. <br />
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Y no es el único caso. Desde los años ’90, hemos visto como la Municipalidad de Valparaíso se convertía en una caja de favores. “¿Tu hijo necesita un trabajo? Haré lo que pueda. Gracias por tu voto”. Como herencia a estos años de silencios cómplices, nuestro alcalde actual recibió un municipio que emplea 1200 personas.<br />
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No basta con indignarse con estos hechos. Todos hemos tomado atajos cuando nadie nos mira. Si queremos que Valparaíso se levante, si queremos dejar de ser la capital de la sinvergüencería, si queremos estar a la altura de los grandes personajes del cementerio, hay que partir por dentro.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com8tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-7301602047221633492010-06-20T16:20:00.004-04:002010-06-20T16:38:00.342-04:00Ciudad de sufrimientoTras varios años escondiendo lo obvio, me siento obligado a confesar mi secreto mejor guardado. <br />
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Soy fanático del golf. A través de este deporte voy aprendiendo mejor como manejar mis emociones. Junto con dicha revelación, debo mencionar mi agradecimiento para aquellos socios asiduos del Club de Campo Granadilla, quienes, habiendo sido testigos, en incontables ocasiones, del deplorable escándalo del “gringo” tirando sus palos y gritando al cielo, han conspirado entre si para mantener tales pataletas en secreto. Saben que aun perdura, en ciertos círculos, una imagen positiva de quien escribe como hombre serio, sabio, tranquilo, y contemplativo. <br />
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“No sufras tanto, Todd”, me han dicho una y otra vez. “Es solo un juego”. Pero no puedo dejar de sufrir. Es que ellos son Viñamarinos. Yo soy porteño. <br />
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El sufrimiento es parte integral de la experiencia porteña. Y no me refiero, exclusivamente, a los más de 450 años de terremotos, temporales, incendios, aluviones, socavones, bombardeos, plagas y explosiones que nos han asediado. Me refiero a las décadas de abandono y el fatalismo que este ha engendrado. Me refiero a la ilusión que, de repente, sentimos y que nos quitan a cada rato. Me refiero a los proyectos que presidente tras presidente anuncia sin que aparezca ninguno. Me refiero a los 30 años que hay que aguantar, en promedio, entre títulos del Wanderito. <br />
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Sufrimiento es lo que muchos sintieron tras el cierre del Café Vienes, el Riquet, el Emporio Echaurren. Es el frío que trae el viento norte. Es la lluvia que nos envuelve mientras el agua corre cerro abajo. Es el vacio que nos provoca descubrir que la casa donde pololearon nuestros abuelos haya sido demolida para construir un edificio. Es la sombra reflejada en la cara del bombero desfilando debajo de su antorcha. <br />
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Todo esto está en nuestro ADN. Nos da carácter. Identidad. Me gusta que sea así. No lo cambio por nada. <br />
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Mientras la mayoría de las ciudades modernas optan por el modelo yanqui del “ocio y el esparcimiento”, Valparaíso sigue siendo el auténtico pueblo idóneo para trabajar, contemplar, amar, y llorar. El carácter del porteño tiene su origen en el esfuerzo: nuestra permanente guerra contra la gravedad, y el espíritu de solidaridad que esto nos inspira. <br />
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Viña del Mar, por su parte, es una típica ciudad “gringa” dedicada al tiempo libre. Su maravillosa cancha de golf, (una de las 10 mejores de Sudamérica, por si acaso), es un verdadero paraíso. La seguiré visitando. Y les pido disculpas a mis amigos golfistas si, de repente, contamino su silencio con mis agónicos gritos que perturban los pinos y espantan a las loicas mientras cantan su opera prima al aire. Grito. Celebro. Reclamo. Sufro. Gozo. Soy porteño. Soy así.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-16529124406966396432010-05-23T20:48:00.000-04:002010-05-23T20:48:03.160-04:00Chile contra ChileEn 1994, para conmemorar el éxito de "Il Postino", el estudio Miramax editó un disco con Glenn Close, Julia Roberts, Madonna, Samuel L. Jackson, y Willem Dafoe recitando, cada uno, su poema favorito de Pablo Neruda.<br />
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Muy lindo. Nuestro vate ha sido traducido en más de 20 idiomas. Sus versos han inspirado piezas de jazz, blues, folk y lírica. Lo estudian en más de 5 mil universidades en unos 200 países. Si vas a EE.UU. y preguntas a los últimos 30 ganadores del Premio Pulitzer en Poesía, más de la mitad nombrarían al autor del "Canto General" entre sus influencias.<br />
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Un gringo que quiere leer "20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada" en inglés puede escoger entre seis traducciones distintas. Todas han agotado su primera edición y varias van en la quinta para arriba. Si prefieres "Obras Elementales" o "Residencia en la Tierra" el fenómeno se repite. Según Alistair Reid: "Neruda es el poeta más leído desde Shakespeare". Cada año, miles de peregrinos extranjeros ingresan al país exclusivamente para contemplar, tocar, oler y respirar a su poeta favorito. Muchos chilenos aún se niegan a verlo, pero el hijo de Parral inspira una devoción mundial reservada para figuras de la talla de Cervantes, Chaucer, Whitman, Rilke y Yeats.<br />
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Todo lo cual explica mi desesperación al pensar en los 44 honorables que derrotaron una de las grandes ideas de nuestros tiempos: la de rebautizar la principal entrada a Chile "Aeropuerto Internacional Pablo Neruda".<br />
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"Pablo Neruda" y "Valparaíso" son dos de las marcas más importantes que tiene Chile. Si agregas valor a estas marcas, enalteces la imagen del país. Fomentas nuestra universalidad. Chile crece. Por dentro y por fuera.<br />
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Lamentablemente, cada vez que alguien se atreve, aparece el tiro por la culata. La mitad de Chile lo sabotea.<br />
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Sencillamente, no lo entiendo. ¿Por el bien de tu país, cómo no vas a poder ver más allá de tus viejas rencillas? Les juro, cada vez que escucho el siútico argumento que "a Neruda le dieron el Nobel sólo porque era comunista", rezo por el alma de este país que tanto quiero.<br />
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Veamos el caso de nuestra otra gran marca: Valparaíso. Hace 12 años, un 90% de los chilenos no nos habría visitado aun si les pagaras el viaje.<br />
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12 años después, la única ciudad chilena protegida en la misma lista con Praga, Venecia, Budapest, y Cuzco, está de moda. Ahora sí, miles de chilenos vienen a pasear. Sin embargo, cada vez que uno de estos declara su amor al Puerto, en seguida aparece el "pero". Pero la basura. Pero los hoyos. Pero los porteños. Pero los perros.<br />
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Olvidémonos por un momento, de la obviedad de que Chile, si quisiera, podría invertir en Valparaíso para que estuviera a la altura de su investidura. El punto es otro. El punto es que una parte importante de Chile no quiere. Una parte importante preferiría no celebrar ni a Pablo Neruda ni a Valparaíso.<br />
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Así lo ve este extranjero que vino a Chile por Neruda, que se quedó por Valparaíso.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-2631535790241594741.post-92180680322516658392010-05-06T17:10:00.000-04:002010-05-06T17:10:41.325-04:00Tom's Burned-Down CaféComo alumno de la U. de Minnesota, solía escapar a la isla Madeline. Este pequeño islote sirve como puerta de entrada del Parque Nacional "Archipiélago Islas Apostales", en el Lago Superior, tres horas al norte de Minneapolis. Su pueblo está constituido de tres calles pobladas por artistas, pescadores, y granjeros. Como el parque nacional es cotizado por practicantes de vela y kayak, hay una pequeña marina y un terminal para el barquito que transporta los habitantes al continente.<br />
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Durante mis primeros veranos en la isla, frecuentaba a "Tom´s Café", un boliche lleno de curiosos adornos estilo "J.Cruz". En Tom’s se reunían las principales figuras de la fauna artística de la isla. Pero en 1990, una amiga me contó algo terrible. Tom´s se había incendiado.<br />
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El verano siguiente volví a la isla. Bajé del barquito. En el camino a mi hospedaje, me topé con una sorpresa. Efectivamente, donde una vez estaba Tom’s ya había sólo un casco carbonizado. Pero, al lado, había una docena de mesas al aire libre. Tirado entre las mesas, se encontraban todos los curiosos adornos rescatados del incendio: letreros de neón, botellas, instrumentos musicales, bancas de madera con miles de nombres tallados con cuchillo. Para entrar, había que pasar una reja de madera. Sobre la madera colgaban dos letreros escritos a mano. El primero decía "Tom’s Burn Down Café" (El café incendiado de Tom). ¿El otro? "Abierto". Estaba repleto.<br />
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Todo el verano las mesas estuvieron copadas. ¿La onda? Increíble. Sin saberlo, Tom había transformado su desastre en un golpe de marketing. 20 años después, "Tom’s Burned Down Café" sigue igual. Es grito y plata. Es legendario. Tom ha agregado un centro cultural que recibe importantes escritores nacionales. Tocan legendarios músicos de blues de Chicago.<br />
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Pensé en Tom hace unos días, mientras caminaba desde el cerro Santo Domingo hasta Prat por calle Serrano. Allí, frente a la panadería del mismo nombre, me detuve. "Esta calle", pensé, "aún con su sitio eriazo y su casco incendiado, es hermosa". Me enamoré de ella por enésima vez.<br />
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Hace tiempo, un centenar de personajes se congregó en el Centro de Estudios de Desarrollo Urbano Contemporáneo (DUC) para discutir el futuro de esta transcendental artería. Expusieron representantes de cuatro universidades, la IMV, ICOMOS, y el Consejo de Monumentos.<br />
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¿Mi conclusión? Esta calle inspira grandes pasiones. Sin embargo, sin desmerecer la urgencia de contar con una solución urbana definitiva, me pregunto: ¿No sería posible buscar un destino tipo "Tom’s" mientras?<br />
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¿Por qué no dedicar el último viernes del mes para montar allí, en plena calle, una gran exposición de artistas porteños? Otro día se podría montar una feria de productos orgánicos elaborados por agricultores regionales. De a poco llegarían hordas de personas que, hoy día, sólo conocen el lugar por sus titulares tristes. Descubrirían un lugar chispeante, lleno de vida. Allí, entre las cenizas, aparecería un futuro diferente, deslumbrante.El Gringohttp://www.blogger.com/profile/10632789778402633326noreply@blogger.com8