Moriré en Valparaíso

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Mi nuevo libro con prólogo de Roberto Ampuero

domingo, 25 de julio de 2010

Zeitgeist

Aproximadamente 6 cuadras arriba de la Avenida Alemania por la calle Alquiles Ramírez, pasado la calle Progreso, pasado el pasaje “23”, acercando la cumbre del cerro San Juan de Dios, se encuentra el colegio San Tadeo. En este lugar, se marea un poco. El pendiente del cerro es fuerte. ¿El paisaje? Típico de la parte alta de nuestra ciudad. Una mezcla de viejas tomas que, con el pasar de los años, se han ido consolidando con olor a barrio. Frente al colegio, costado poniente, se abre un pequeño pasaje sin nombre. Entramos.


La vista es impresionante. Las casas emanan dignidad y esfuerzo. A la mitad, hay un boliche que vende escarolas, papas, cebollas, tomates. Pasado el almacén, el carácter del pasaje cambia. Se acaba el hormigón. Empieza el zigzagueo, los peldaños, los pasamanos, las tablas de madera atravesando el cerro. Todo improvisado con mucho cariño por los propios vecinos. Y de repente, llegamos. Vislumbramos lo que venimos a descubrir. Bodhisattva. Shangri-la. Nirvana.

Descubrimos un parque. Un hermoso parque. Hay un cauce con una cascada natural que cae de la roca del cerro, vaciándose en un pequeño edén que los mismos vecinos han transformado en un anfiteatro. Imposible que visite un lugar así sin que me caigan las lágrimas. Aparezca el urbanista frustrado que soy. “Si yo hubiera descubierto este lugar hace 12 años podría haber hecho milagros aquí”, pienso. Claro, hace 12 años, hubo un zeitgeist distinto.

Zeitgeist es alemán por “el espíritu del momento”. Explica cómo es posible que, en París, entre 1869-1885, aparecieran pintores de la talla de Monet, Cezanne, Renoir, Manet, Pisarro, y Degas. El zeitgeist es lo que el joven Bob Dylan supo aprovechar cuando llegó a Greenwich Village en 1962. Es lo que inspiró al joven John Lennon a tocar con su vecino, Paul, en Liverpool el mismo año.

Y hubo un zeitgeist en Valparaíso entre 1998-2003. Era una ventana histórica que se abrió. Y pasaron cosas increíbles. Valparaíso patrimonio de la humanidad. Valparaíso Capital Cultural. Era un tiempo místico. Se soñaba en grande.

No quiero ahondar en los factores que cerraron esta ventana. Sería otra columna. Lo importante es que, con el Foro de las Culturas, hay una linda oportunidad de abrirla de nuevo.

Para que pase esto, hay que replantear el Foro. No puede tratarse, exclusivamente, de un evento cultural que “se produce”. No basta con teatro, música, poesía, y arte. Hay que invitar a grandes pensadores. Arquitectos, urbanistas, filósofos. Hay que generar condiciones para que gente brillante venga a Valparaíso a trabajar, soñar, inspirarse, y dialogar. Y no solo hay que traerlos al Paseo Yugoslavo o Gervasoni. Hay que invitarles a lugares diversos, como el parque del pasaje frente al colegio San Tadeo.

El foro no se trata de mostrarse. Se trata de reflexionar, meditar, y salir de nuestra zona de comodidad. Se trata de capturar un relámpago en una botella. Se trata de seducir el zeitgeist de nuevo.

9 comentarios:

El Gringo dijo...

recibido via twitter de nuestra amiga Carolina Galvez:

Carolinavitral@ToddTemkin

Apenas salga d la gripe me encumbro cerro arriba!Valpo tiene esa capacidad d sorprendernos a cadapaso aunq vivas muchos años acá

Carolinavitral Lean columna "Zeitgeist" del gringo @ToddTemkin sobre Valparaíso y Forum, está buenísima:

crisfigueroall dijo...

vivo en san juan de Dios. no sabia de ese rincon. seguro q lo voy a buscar...

gracias. a ver si nos tomamos un cafe un dia para habalr de valpo.

abrazos

www.cristianfigueroa.com

El Gringo dijo...

Cristian. Gracias por tu nota. Encantado el café. Mi correo. toddtemkin@gmail.com saludos, TT

El Gringo dijo...

recibido via twitter

de livetita @ToddTemkin

que buenas debo confesar nunca las había leido...

El Gringo dijo...

recibido via twitter

Dani_Briceno @ToddTemkin

Muy buen artículo felicitaciones!

idealesdeunquijote dijo...

Leí tu artículo en El Mercurio, lo recorté y, junto con mi familia tomas rumbo al cerro. Tomamos la micro 516(ex-O)y nos bajamos en la calle Alquiles Ramírez; nos enfrentamos a una calle que subía hasta los cielos y llegamos con la lengua afuera hasta el Callejón 26, donde pregunté a una vecina por el lugar descrito en tu artículo y me dijo que era por ahí, pero que ese lugar era de hace 10 años, pero no ha cambiado mucho, aunque la gente ha robado los metales y las plantas, el pasto está crecido y ha vuelto a tirar desperdicios.Le comenté a la vecina del artículo y le entregué el recorte para que se contactara con Uds. ya que tiene un video de ese entonces y me lo agradeció mucho. En estos momentos están haciento trabajos de canalización del pasaje.

El Gringo dijo...

Juan Antonio,

Extraordinario aporte. Con lectores así, da gusto escribir todos los domingos. Tenía ganas de ir a mostrarles la columna, pues, intuía que no hay mucho lectores de El Mercurio en el lugar. Ahora, no es necesario. Te pasaste. Un abrazo, TT

idealesdeunquijote dijo...

Soy viñamarino de nacimiento y porteño de corazón y un turista en mis ciudades; me encanta salir con mi familia con una cámara fotográfica o una filmadora, tomar un bus que nos lleve a las cumbres y de ahí subir y bajar por los cerros porteños, captando sus paisajes, para luego escribir algo sobre ello en mis blogs o, simplemente, para guardar esos recuerdos en mi PC.
Sería bueno que igual fueran a visitar a esos vecinos, porque ellos lo agradecerían. La gente dice que muchos políticos prometen en las campañas, pero nunca se les ve después de la elección, por lo mismo creo que sería súper gratificante una visita a esos sectores un tanto olvidados de la sociedad.
Un gran abrazo!!!!

El Gringo dijo...

Amigo,

Cuenta con esto. Voy a visitarlos. Gracias por tu apoyo. Saludos, TT