Moriré en Valparaíso

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Mi nuevo libro con prólogo de Roberto Ampuero

domingo, 19 de julio de 2009

El poder de una lágrima

En 1971 apareció una campaña publicitaria en EE.UU. que marcaría una generación. No era un aviso para Coca Cola ni nada parecido. El "spot" había sido encargado por la ONG Keep America Beautiful (KAB), fundada en 1953. Resulta que el ambicioso sistema de carreteras interestatales, construido bajo el mandato de Eisenhower, había dejado una secuela poca deseada. Una generación de compatriotas mías, mareada por el vertiginoso crecimiento económico que llegó con el término de la Segunda Guerra Mundial, estaba dejando la escoba. Las nuevas carreteras rapidamente se convirtieron en basurales.

Durante 18 años, KAB instigó una serie de campañas que no lograron cambiar el statu quo. Así, en 1971, encomendaron el desafío a la agencia Young & Rubicam de Chicago. El resultado fue un spot de 30 segundos. Mostraba un indio, interpretado por el actor Iron Eyes Cody, vestido en traje acestral. Remaba en canoa por un sigiloso río. Al llegar a la orilla, encuentra un basural. El indio desembarcaba. Subía una pequeña loma hasta llegar a la berma de una carretera. Justo pasaba un auto a alta velocidad, cuyo conductor tira por la ventana un puñado de asquerosidades, las cuales impactaban al indio justo en sus plumas ancestrales. ¿La última imagen? Una sola lágrima apareciendo en el ojo izquierdo de Iron Eyes Cody.

La primera vez que vi el "indio llorón" tenía 7 años. No pude contener mi llanto. Yo y millones de gringos más. El "indio llorón" se mantendría en circulación por 20 años. Hoy, 38 años después, sigue vigente gracias a millones de visitas en Youtube. Al alero de tal lágrima, KAB lanzaría el proyecto "Día de la Tierra", hoy convertido en hito mundial. Varios académicos sugieren que, gracias a la lágrima de Iron Eyes Cody, nació el ambientelismo estadounidense.

Inspirado en mis recuerdos del "indio llorón", hace 8 años, solicité una cita con el entonces director del Canal 13, Rodrigo Jordán. ¿Mi propósito? Aprovechar el lanzamiento de la telenovela "Cerro Alegre" y pedirle la ayuda del canal para crear un spot que conmoviera a los porteños y los instara a cuidar más a su ciudad. El famoso moñtanista me miró con una mezcla de desprecio y curiosidad. ¿Quién es este gringo? Como muchos, Rodrigo no creyó que fuese posible cambiar el comportamiento de algunos porteños. Nunca he estado de acuerdo.

Es cierto. Hemos visto muchas campañas pasar sin pena ni gloria. Quién puede olvidar "No confundir tu ciudad con suciedad"? Aparentamente, muchos. Ok. Apuntemos menos al intelecto y más a las emociones. Hay que encontrar nuestro "indio llorón".

¿Una idea? Que el alcalde hable con David Pizarro. La próxima vez que venga, organicemos una tarde donde se junte con alumnos de colegios municipalizados. ¿La actividad? Limpiar quebradas. De tal encuentro, un director hábil sacaría una serie de spots emotivos que se transmitirían repetitivamente en todos los noticieros regionales.

Que las futuras generaciones de porteños recuerden su día, el día que despertaron, al alero del poder de una lágrima.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

He leído en el diario El Mercurio de Valparaíso su artículo sobre el poder de una lágrima, el que encontré muy adecuado por cuánto es necesario mejorar la situación ecológica de la ciudad.
Mi nombre es Raúl Elgueta Urzua, quien anteriormente le escribí sobre el estado del pavimento del sector antigüo de Valpraíso el que usted respondió y espero que le haya ido bien en su gestiones.
Lo saluda atentamente Raúl Elgueta Urzua.

El Gringo dijo...

Gracias Raul...

El Gringo dijo...

recibido via twitter:

Ritoque@toddtemkin

buen artículo!..desde acá "frente" a Valpo y en medio de la naturaleza...me pasa que la extraño cuano visito Valpo! a plantar!

El Gringo dijo...

recibido via twitter

estebanvaras@ToddTemkin

Primera Columna tuya que leo. Creo que a todos los porteños NOS haría falta una buena terapia de shock como la que propones.

Anónimo dijo...

OJO: era el ojo derecho (que en la pantalla se ve al lado izquierdo del televidente...)