Moriré en Valparaíso

Moriré en Valparaíso
Mi nuevo libro con prólogo de Roberto Ampuero

sábado, 11 de julio de 2009

Días

El primer poema que leí de Pablo Neruda era “El Reloj Caído en el Mar”. Era 1989. Una fría tarde en Minneapolis. Tenía un par de horas entre clases. Así que tomé prestado una antología de poetas latinoamericanos traducido por Robert Bly, y me escondí en “El Riverside Café”.

Empecé a leer: “Es un día domingo detenido en el mar, /un día como un buque sumergido,/una gota de tiempo que asaltan las escamas/ferozmente vestidas de humedad transparente”.

Jamás había leído algo parecido. Al llegar a la tercera estrofa, mi éxtasis era incontenible. “Mesera”, dije, “tráeme un termo completo de café fuerte”. Me quedé leyendo aquella tercera estrofa toda la tarde.

“Hay meses seriamente acumulados en una vestidura
que queremos oler llorando con los ojos cerrados,
y hay años en un solo ciego signo del agua
depositada y verde,
hay la edad que los dedos ni la luz apresaron,
mucho más estimable que un abanico roto,
mucho más silenciosa que un pie desenterrado,
hay la nupcial edad de los días disueltos
en una triste tumba que los peces recorren.

El poema me impactó en varios niveles. Había un notable oficio, por cierto, una estructura en paralela que me olía a Walt Whitman: “hay días; hay meses; hay la edad; hay la nupcial edad”.

Pero había algo más. Algo más profundo. En su introducción, Bly observó, “Cuando los surrealistas franceses se sumergen en la profundidad de su subconsciente, se mantienen sumergidos solo un par de instantes. Anotan un par de imágenes y vuelvan rápidamente a la superficie. El Chileno Pablo Neruda es otra cosa. Es más bien parecido a una jaiba, capaz de mantenerse sumergido en el subconsciente por largos periodos, levantado rocas, caracoles, reportando todo lo que encuentra”.

Esta misma tarde, compré “Residencia en la Tierra”, “20 Poemas de Amor y una Canción Desesperada”, y “Las Alturas de Machu Pichu”.

Volvemos a Valparaíso. Volvemos a los días. Sobre ellos, se han escrito muchas cosas. Por ejemplo, hay un lindo poema del inglés Philip Larkin (1925-1985):

¿Por que existen los días?
Días son donde vivimos.
Llegan, nos despiertan,
Una y otra vez.
Días son para alegrarse.
¿Cómo podemos vivir sin días?
Ay. Resolver esto
Y vendrán el sacerdote y el médico
Con sus trajes largos
Corriendo desde los bosques.

Es precioso. Pero yo me quedo con mi jaiba, con mi “día domingo detenido en el mar”, con mi día como “buque sumergido”. Así, este día vecino, lo dedicamos a ti, a tu “nupcial edad de los días disueltos/en una triste tumba que los peces recorren”.

Feliz cumpleaños, Don Pablo. Valparaíso te extraña. Y mucho.

7 comentarios:

El Gringo dijo...

Recibido via correo electrónicao por Juan, mihovilovich@hotmail.com>




Hola Todd: no te conocía, pero hoy me despertó mi amiga periodista Patricia Stambuk de Valparaíso señalándome el artículo que escribiste sobre Neruda, haciendo además (ella, por supuesto), una analogía con mi literatura. Entré en tu columna, me encantó, la alusión al surrealismo y a Neruda como contrapunto. Lo asocié a mi sueño de anoche: soñé con un bergantín español y un biólogo marino que buceaba las honduras océanicas en busca del "yo profundo..." (sueño en sintesis) y como no creo en las casualidades, simplemente te escribo para hacer la relación....mi saludo fraterno, Juan Mihovilovich. (escritor)

El Gringo dijo...

Hola Juan,

Gracias por tu mail. Como tampoco creo en las casualidades, ni en los sueños nocturnos, ni en los sueños de vigilia, veamos donde esto nos lleva.

saludos,
Todd

El Gringo dijo...

Recibido por mercuriovalpo.cl

12/07/2009 - 23:32:15ialterman@vtr.net

Muy feliz cumpleaños compañero Pablo Neruda.

Cito: "Oda al Aire"

isaac alterman

Sid dijo...

Hola Sr. Todd: Yo no soy periodista, ni suelo vestir de terno y no me considero digno de llamarme poeta, pero si disfruto del sonido de las letras, de la complicidad y su secreto.
Sí, soy como otros que vienen con la esperanza que te pasees uno de estos dias y eches un vistazo a mis letras...pero un favor
Cuando lo lea (si asi estimas conveniente) quisiera una opinion honesta.
Las mentiras piadosas a algún santo por favor.
Sé que es alguien muy ocupado, pero confío en que se dé una vueltita por mi humilde cuchitril.
Lo invito.
Saludos.

El Gringo dijo...

Me honras. Mándame una pequeña muestra a toddtemkin@gmail.com

El Gringo dijo...

Recibido via facebook:

Me encantó lo que escribiste, me sorprendiste! Cariños Carolina Galvez

El Gringo dijo...

Recibido via facebook:

You gave me a book of his poems years ago and I still treasure it. Love that he took the pen name so as to not upset his father who didn't want him to become a poet.

Kim Hamberg